"Donde El Invierno Se Encuentra Con La Primavera"

❄️ Capitulo 4 🌼

Capítulo 4: Los Consejos de las Estaciones

Al día siguiente de su ritual, Yoongi y Jimin despertaron con una sensación de renovación. El bosque había aceptado su promesa, y aunque sabían que su unión desafiaba las reglas, se sentían con una conexión profunda a la naturaleza. Sin embargo, sus lazos no pasaron desapercibidos, y cada uno de los espíritus, sus amigos y guardianes, se acercaron para expresar su posición.

El primero en visitarlos fue Taehyung, el guardián de la naturaleza. Su expresión amistosa y sus ojos curiosos ocultaban la seriedad de su rol: mantener el equilibrio entre las estaciones y velar por la pureza de la naturaleza.

"Yoongi, Jimin," saludó con un tono amigable, pero con una mirada firme. "No es mi deseo intervenir, pero como guardián, es mi deber recordarles las leyes. El invierno y la primavera no pueden fusionarse. El bosque los aceptó anoche, pero cualquier desviación de los ciclos afectará la armonía que protege nuestro hogar."

"¿Por qué debe ser tan rígido?" replicó Yoongi, con una chispa de frustración en su voz. "Nosotros solo queremos estar juntos sin causar daño."

Taehyung lo observó en silencio, como evaluando la sinceridad de sus palabras. "Porque las estaciones no cambian por voluntad propia. Siguen su curso porque así lo dicta la naturaleza. Lo que ustedes buscan es desafiar el orden mismo. Y como guardián, no puedo permitir que eso suceda."

Jimin dio un paso al frente, mirando a Taehyung con respeto, pero también con una determinación que no había sentido antes. "Si el bosque realmente tiene voluntad, entonces entenderá que nuestro amor es parte de él. Yoongi y yo no queremos dañarlo, solo queremos coexistir."

Taehyung los miró en silencio por un momento, y finalmente, asintió, aunque su mirada reflejaba una mezcla de compasión y advertencia. "No olviden lo que les he dicho. Les deseo felicidad, pero no duden de que intervendré si veo que el equilibrio está en peligro."

Tras la partida de Taehyung, el claro volvió a quedar en silencio. Yoongi y Jimin se miraron, conscientes de los desafíos que enfrentaban y de las advertencias de cada espíritu. Sin embargo, su determinación seguía firme, y su amor solo parecía fortalecerse con cada obstáculo.

Fue entonces cuando una figura serena y sabia apareció entre los árboles. Era Seokjin, el sabio del tiempo, observándolos con una mezcla de curiosidad y comprensión. Sus ojos reflejaban una sabiduría que abarcaba eones, y su presencia tenía un efecto calmante.

"Mi querido Yoongi, mi querido Jimin," dijo Seokjin con una sonrisa suave, "el tiempo siempre ha sido un aliado, y al mismo tiempo, un enemigo de los amores prohibidos. Su amor desafía lo que está establecido, pero también demuestra la esencia de la vida misma: la búsqueda de algo que parece inalcanzable."

Yoongi se acercó a Seokjin, respetando su sabiduría. "¿Tienes algún consejo para nosotros, Seokjin?"

El sabio asintió, acariciando suavemente una de las ramas bajas de un árbol cercano. "No puedo alterar el destino ni el flujo del tiempo, pero puedo recordarles algo valioso: cada momento compartido es un regalo. La naturaleza les dio la oportunidad de amarse, aunque sea por un tiempo breve. Aprovechen cada segundo y no lo tomen por garantizado. Tal vez, el bosque les permita una temporada juntos, si aceptan su transitoriedad."

Por último, un susurro en el viento les trajo un mensaje juguetón. Jungkook, el espíritu del viento, apareció en un remolino de aire, con una sonrisa traviesa y despreocupada. A diferencia de los demás, no parecía interesado en advertencias ni en imponer reglas.

"¡Yoongi, Jimin!" exclamó alegremente, girando a su alrededor. "¡Qué hermoso es verlos juntos! No se preocupen tanto por las reglas; la vida se trata de momentos como estos. Si yo puedo recorrer el mundo sin que nada me ate, ¿por qué ustedes no pueden disfrutar del amor, aunque sea solo una ráfaga pasajera?"

Jimin rió ante la actitud despreocupada de Jungkook, quien en secreto movía las corrientes de aire a su favor, creando espacios y momentos en los que pudieran encontrarse en paz. Yoongi le agradeció con una mirada cómplice, sabiendo que el espíritu del viento haría todo lo posible por ayudarlos.

Al final del día, cuando todos los espíritus se retiraron, Yoongi y Jimin se quedaron solos, mirando el cielo que empezaba a oscurecer. Habían escuchado advertencias y consejos, pero lo que sentían el uno por el otro seguía tan fuerte como al principio. Ambos sabían que su tiempo juntos era limitado, pero también que cada instante valía cada sacrificio y cada lucha.