44 Arreglando a Giyu

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[El punto de vista de Seiji]

Volvimos a la casa otra vez. Después de limpiar la herida de Giyu y determinar que no necesitaba coser, envolví vendas alrededor de su torso.

Luego lo dejé descansar en el futón mientras me apoyaba en la pared y me paraba en la esquina de la habitación.

Había silencio en la habitación hasta que Giyu la rompió. Empezó a darme el contexto que estaba pidiendo.

"Nunca pasé la selección final", confesó Giyu.

"Había un niño, su nombre es Sabito. Su familia fue asesinada por demonios al igual que yo y crecimos juntos bajo la guía de Urokodaki. Rápidamente nos hicimos amigos y después de años de entrenamiento, tomamos la selección final juntos", hizo una pausa y sus ojos se desenfocaron, como si estuviera mirando hacia atrás en el pasado.

"Estaba débil. Yo era patético. Inmediatamente fui herido por el primer demonio que encontré. Por otro lado, Sabito era fuerte y tenía un corazón lleno de justicia. Me salvó a mí y a todos los demás que participaron en la selección final. Al final, todos pasaron, excepto el propio Sabito. Él murió ese día".

"Ves, me desmayé inmediatamente después de mi primer encuentro y Sabito tuvo que protegerme durante toda la semana. Al final, eso le costó la vida. Aunque sobreviví durante siete días en la montaña y, por lo tanto, aprobé el examen, no maté ni un solo demonio. Entonces, ¿podrías decir de verdad que pasé? "

"...." No comenté y simplemente miré su figura y la vulnerabilidad de sus ojos.

"Debería haber sido yo quien murió ese día. Alguien como yo no es digno de ser el Hashira del agua. Ni siquiera merezco estar al lado de gente como tú y los otros Hashiras".

Eran palabras pesadas que venían de él, alguien que consideraba uno de los mejores Hashira. Era triste lo mucho que la gente podía esconderse dentro de sí misma.

Giyu realmente creía que hubiera sido mejor para el mundo si él fuera el que muriera ese día. Se sentía como si hubiera robado el mundo de un genio como Sabito que realmente podía marcar la diferencia debido a su debilidad.

También desarrolló un complejo de inferioridad desde ese día.

La razón por la que entrenó tan duro y por la que nunca dejó de trabajar fue para compensar al mundo por las vidas que había robado. Trató de llenar el estatus imaginario de Sabito, que realmente creía que habría sido un hombre más grande si todavía estuviera vivo.

"Así que ves, Seiji. Quiero que tomes el manto de Hashira de Agua", dijo y una sola lágrima cayó de su ojo. Me dolió el corazón que la primera emoción que vi de su rostro no fue alegría, sino tristeza cruda.

"No me lo merezco".

...

...

Tonterías.

Si lo que sabía de mi vida pasada y lo que he visto en las últimas dos semanas eran algo por lo que pasar, no había nadie más que mereciera el título.

Pero él no creía eso. ¿Qué puedo hacer para convencerlo?

Me devané los sesos, tratando de recordar lo que dijo Tanjiro cuando vivió el mismo momento. Recuerdo claramente que le dijo algo a Giyu que finalmente lo resolvió todo.

Fue solo una fase. Pero eso fue suficiente para recordarle a Giyu lo que era importante y avanzar desde el pasado.

¿Qué fue?

"La vida se trata de avanzar". Dije de repente.

"...." Giyu me miró confundido, "..¿qué?"

Mierda, no fue eso.

Demon Slayer: El viaje silenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora