Catalina
—Catalina ya es tarde, ya levantate por favor.
—Mama 5 minutos más —la miro adormecida— por favor?
Obviamente no me iba a dejar dormir 5 minutos más, así que tuvo la magnifica idea de destaparme y abrir las cortinas dejando ver esa claridad que había por la mañana.
—Te espero abajo, y te doy dos minutos, hay que ir a comprar los preparativos de la fiesta.
Me levanté con pesadez, y recordé que ayer le prometí a Luz, mi madre, que le ayudaría a preparar la fiesta sorpresa de Jaime, mi padre. Me fui directamente a darme un baño, realmente lo necesitaba si quería despejarme. Una vez ya lista, me puse unos pantalones cargos negros, un top blanco a conjunto con mis bambas blancas, y a continuación baje a la cocina encontrandome con mi madre preparando el desayuno.
—¿Qué tal has descansado?
—Bueno más o menos, los truenos no me dejaron dormir bien.
—Bueno era de esperar, anoche llovió mucho— Dijo mientras dejaba los dos platos de desayuno en la mesa.
Ninguna de las dos dijo nada más y simplemente nos pusimos a desayunar con un silencio bastante cómodo.
Después de haber acabado de desayunar me puse a fregar los trastes mientras que mi madre se dedicaba a buscar las llaves del coche, nunca se acuerda de dónde las puso la última vez.
—Catalina sabes donde puse las llaves del coche?
—Si lo supiera te lo diría mamá —la miro de reojos aguantandome la risa—
—Ya las encontre, ni necesitaba tu ayuda, y ni se te ocurra reírte.
Me sequé las manos, cogí mi chaqueta deportiva negra y nos fuimos directas al coche.
—Y ya sabes qué le vas a comprar a papá? Le pregunté mientras me dedicaba a mirar el paisaje por la ventana.
—Tengo pensado comprarle un reloj negro. Me dijo mientras me veía de reojo.
Ninguna de las dos dijo nada más, el ambiente era cómodo y tranquilo, y la verdad eso a mi me tranquilizaba, ver el paisaje, sentir la brisa chocar contra mi casa y lo que más me gustaba con la música de fondo. Le subí el volumen a la radio y de repente pusieron la canción que tanto me gustaba, hasta podría decirse que es una de mis favoritas ''SERÁ PERCHÉ TI AMO'' de Ricchi e Poveri, y empecé a cantarla como si no hubiese un mañana mientras que mi madre me veía sonriente y se unía conmigo a cantarla.
Estuvimos así con unas dos canciones más que pusieron hasta que llegamos al centro comercial, tardamos una media hora, y si, nos pillaba un poco lejos el centro comercial, pero yo disfrutaba el viaje en coche.
—¿Y a dónde quieres ir primero? Le pregunté mientras miraba las 4 plantas que tenía el centro comercial.
—Primero iremos a comprar los preparativos. Me dijo mientras empezaba a caminar hacia la tienda.
De camino a la tienda mi madre se encontró a una muy buena amiga suya, Sandra, se conocen desde hace ya unos cuantos años. Que yo recuerde, ella solía cuidarme cuando mis padres tenían mucho trabajo, pero no recuerdo mucho más de ella, apenas tenía 5 años.
—Hola Luz, qué tal cómo estas? Le pregunto mientras se daban un abrazo.
—Hola Sandra, muy bien la verdad, aquí estamos comprando los preparativos para la fiesta de Jaime. —Pasate un rato así charlamos, hace ya unos años que no nos veíamos.
—Si, posiblemente me pase más tarde. Y tu Catalina qué tal estás? ¿Te acuerdas de mí? Me dijo mientras me daba un abrazo y me sobaba la espalda.
—Muy bien, si te recuerdo, me cuidabas cuando tenía unos 5 años. Le dije mientras intentaba recordarlo, y sin más continuó hablando con mi madre.
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Polos opuestos
Teen FictionEn un mundo apocalíptico donde el cielo se tiñe de rojo cada noche, dos desconocidos, Catalina, una chica de espíritu optimista que nunca ha salido de su refugio, y Logan, un chico marcado por las pérdidas y acostumbrado a luchar solo, se encuentran...