Alma

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Si buscarán una palabra para describir el baile nupcial, utilizarían la palabra "mágico". Entre las mariposas, las hadas, la explosión del confeti y aquellos brillos era suficiente para poner un listón ante tal evento.

Aquino con ahora una nueva corona se separó de su pareja de baile, su rostro brillaba de alegría y sus mejillas sonrosadas de la emoción declaraban su felicidad y asombro. Ambos se dieron una reverencia y contemplaron el brillo en sus ojos -Este baile realmente fue maravilloso señor Reviil -felicito contento mientras bromeaba con el mayor-

-Lo que sea por usted, señor de Ossis -guiño el ojo el hechicero, antes de ver como el castaño era sujetado de su muñeca y sus amigos lo llevaban a la mesa de comidas entre risas y susurros.

Un carraspeó a su espalda llamo la atención del Guerrero, se giro solo para encontrarse a sus aliados. Frente a él se encontraban el rey Tikki, la reina de las Nereidas y la muerte misma estaban cruzados de brazos detrás suyo, con sonrisas burlonas y un brillo juguetón en sus ojos.

El rey tikki levantaba las cejas de manera sugestiva al nuevo rey, quien solo gruño malhumorado -Mira como te traen Reviil... Si me lo hubieran dicho antes ni me lo creería -silbo el duende mientras se recargaba de su bastón -

-Muy gracioso -La reina Nereida se burlo- Creo que me encerrarían por locura si llegase a contar este suceso en el pasado -se carcajeo mientras se sujetaba su vientre de la risa-

-Sigue riéndote y te quito tu morphosis -amenazo el de ojos rubí, moviendo su cetro en su dirección -

-Oh vamos, no está diciendo mentiras -Dijo la Muerte mientras miraba en dirección del castaño- Uno de los únicos en no morir, um... Que interesante...

-Epa, tu con tus fetiches raros alejate del rey consorte -Nereida pincho con su tridente a la parca, quien solo se carcajeo-

-No te preocupes, persigo a aquellos que juegan con la muerte, no a los pobres diablos que se salvan de ella -aseguro mientras se encogía de hombros-

-Um... -Reviil suspiro de mala gana, rodando los ojos ante los bobos que tenía como aliados-

La noche paso en lo que se puede llamar tranquila, un festejo aquí y allá, gritos, baile y degustación de mucha comida de los distintos reinos que eran aliados o visitantes. Reviil se encargo de dar la bienvenida a todos, renovar lazos con sus aliados y junto a Aquino mostrar alguna que otra ayuda para los humanos para mezclarse con los demás mobs.

Ambos estuvieron orbitando alrededor del otro, nunca tan lejos pero tampoco tan cerca. Entre Reviil socializando y tomando palabra entre los líderes; y
Aquino tomando sus pocas habilidades sociales para mezclar a los humanos y los mobs la noche transcurrió lenta.

Era entrada las 3 AM, cuando todos se sentaron en respectivas mesas para dar paso a una comida. Aquino se quedó sorprendido al ver a tantas personas en el espació de la recepción, dicha sorpresa se disipó al ver como gracias a los intentos de ambos todos se mezclaban entre si.

A la hora del brindis justo al terminar la cena tenía a todos estaban celebrando la unión, olvidándose de el que la formo en primer lugar...

Aquino solo se sentó en su sitio, pensando en todo lo que había sucedido. Aún no aceptaba la forma en que iban las cosas, pero el poco tiempo que llevaba conviviendo con el intimidante guerrero disipaban sus dudas. Claro que aún tenía miedo a la muerte, el peligro inminente y el futuro incierto; pero ahora con su equipo casi al completo y con sus demás compañeros vivos sentía que cualquier cosa era posible...

El tintinear de una copa llamo la atención de todos. El emisor, el mismísimo Reviil se levantó de su sitio.

Todos quedaron expectantes de lo que diría. Aquino el primero de todos.

"𝕰𝖑 𝖈𝖔𝖓𝖘𝖔𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖊 𝕽𝖊𝖛𝖎𝖑" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora