Calor

1.4K 154 189
                                    

Aquino tenía la cabeza en las nubes, no podía creer el calor que le ofuscaba su sistema. Sentía cada nervio en su cuerpo palpitar, la sangre correr por sus venas y toda textura sobre su piel.

Aquello había empezado como un simple calor, pero ahora en los brazos del más alto estaba empeorando. Solo sentía una sensación vana de alivio al recargarse buscando confort en su fornido pecho, que exudaba preocupación a cada paso.

-Uff.. -el moreno exhaló, sintiendo otro calambre atravesar su cuerpo sin previo aviso, encogiéndose en su sitio- Quizás comi demasiado... O e-es el estrés... Um..

-No creo que sea eso... -Reviil abrió la puerta de la recámara matrimonial, empujó la puerta con el pie y coloco el seguro mientras dejaba a Aquino sobre la gigantesca cama- Necesito buscar mi libro mágico, ya vuelvo -se apresuró en decir mientras se movió a la puerta a su izquierda que al parecer llevaba a una biblioteca -

Aquino en medio de la bruma atino a acurrucarse entre aquellas inmensas almohadas, logro aflojarse la corbata y retirarse los zapatos. Su cuerpo se hundió entre las sábanas que tenían el aroma a Reviil, un olor que recordaba a la guerra, la sangre, el metal y las cenizas. No pudo evitar recargar su peso sobre el núcleo del olor e inhalarlo; su calentura estaba disminuyendo pero el dolor en su vientre no paraba.

-Ugh... -el quejido resonó en la habitación, el castaño se sentía desesperado por la soledad y necesitaba el contacto de las oscuras manos del más alto- ¿Q-que carajo e-estoy pensando? -Nego con la cabeza, estaba perdiendo el sentido-

-Ya está -Entro a la habitación a paso rápido, mientras ojeaba entre sus páginas y revisaba por algún hechizo de análisis, quedándose aturdido ante la imagen de Aquino- mierda....

Aquino parecía perdido, su rostro moreno estaba de un lindo color rosa, sus ojos color miel brillaban de angustia y deseo, y no hablar de su cuerpo... Aquel se encontraba hundido en la gran cama con los muslos cerrados y piernas separadas. Si no hubiera sido por la mano entre sus muslos Reviil no hubiera atinado lo que estaba sucediendo.

Un suspiro exhaló de sus labios, y en la fría madrugada se podía notar el calor en su cuerpo debido al vaho que expulsó. Ni siquiera sintió la presencia del otro cuando empezó a sentir algo resbaladizo salir de su cuerpo - ¿Que carajos? -susurro adolorido mientras buscaba levantarse a por el baño, más la mano del más grande sobre su pecho le envío directo a la gran cama-

-¿Alguien te dió algo de comer directamente a ti? -pregunto angustiado, mientras cogía su menton para verle el rostro-

-N-No... Solo lo que me pareció apetecible, n-nadie me entregó nada urgh.. -Se quejo,mientras recargaba su rostro sobre la mano del más alto- Pero comi muchas bayas de las Nereidas..

A Reviil se le encendió el foco, aún al lado del castaño abrió su libro y buscó información que había anotado para el banquete, entre páginas y páginas encontraron lo que buscaban.

Frambueida's (eliminadas)
Fruto rojo de interior dulce, desarrollado en la profundidad de su bioma fue utilizado para aumentar el libido y fertilidad entre las Nereidas. PD; También funciona con otras entidades mágicas, realiza cambios en la anatomía o biología.

-Oh mierda....

-Q-Que carajo...

No podía creer lo que estaba leyendo, Aquino estaba por caer en la histeria de toda la mala suerte que llevaba encima. Reviil gruño de enojo y desapareció el libro con su magia de un chasquido, se levantó de la gran cama y se paseo por la habitación con irritación. Aquino decidió hundirse en su miseria mientras trataba de bajar su creciente libido ante tal demostración de enojo.

"𝕰𝖑 𝖈𝖔𝖓𝖘𝖔𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖊 𝕽𝖊𝖛𝖎𝖑" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora