El sonido de la lluvia suave golpeando contra los ventanales llenaba la pequeña cocina de Naruto. Era un domingo tranquilo, de esos en los que el mundo se reducía a las cuatro paredes de su apartamento. El aroma del café recién hecho se mezclaba con el suave perfume del pan que Naruto estaba tostando. Sobre la encimera había una bandeja de fruta, y la sartén chisporroteaba con un par de huevos mientras Naruto, con una sonrisa perezosa, se inclinaba hacia la cafetera para inhalar el aroma del café.
Sasuke estaba sentado en la mesa de la cocina, mirando una revista con aire distraído. El cabello aún mojado caía sobre su frente, resultado de la ducha rápida que se había dado al llegar. Aquel era un gesto nuevo, una parte de la rutina que poco a poco habían empezado a compartir. Desde que volvieron a estar juntos, las cosas entre ellos no habían sido drásticas, sino que más bien avanzaban como esa lluvia ligera: lento, pero constante.
Naruto, vestido con una camiseta suelta y pantalones de pijama, se acercó con una taza de café y la dejó frente a Sasuke, quien solo levantó la vista para dedicarle una pequeña sonrisa, una de esas que todavía eran raras, pero que se estaban haciendo cada vez más frecuentes. Naruto notó que Sasuke intentaba disimular su gratitud, como si fuera incómodo admitir que apreciaba esos pequeños gestos, pero para Naruto, aquello era suficiente.
—¿Desde cuándo te volviste tan mañanero? —preguntó Sasuke con una media sonrisa, tomando la taza con ambas manos, disfrutando del calor que le proporcionaba en ese día frío.
—Desde que tú empezaste a robarte mis sábanas —respondió Naruto con una risa, girándose para volver a la estufa, dándole la espalda. Sasuke, por su parte, dejó escapar una risa breve, esa risa ronca que Naruto se había dado cuenta de que le gustaba provocar.
Naruto sirvió los huevos en dos platos y se giró, acercándose a la mesa y colocando la comida frente a Sasuke antes de sentarse frente a él. La cocina no era grande, y la cercanía los obligaba a encontrarse en un espacio compartido, a veces incluso incómodo. Pero ya habían aprendido a convivir con esas pequeñas fricciones, y a veces, hasta a disfrutarlas. Naruto aún recordaba cómo, al principio, chocaban al intentar hacer el desayuno juntos, o cómo Sasuke se frustraba cuando Naruto dejaba cosas fuera de lugar. Pero con el tiempo, esos momentos se habían convertido en bromas y sonrisas cómplices.
—Gracias —murmuró Sasuke, tomando un bocado de los huevos. Su voz era suave, casi inaudible, pero Naruto lo escuchó de todos modos. A pesar de que Sasuke nunca había sido alguien muy expresivo, Naruto había aprendido a reconocer el significado en esas pequeñas muestras de gratitud.
—Sabes, si sigues agradeciéndome cada desayuno, vas a hacer que me ponga sentimental —bromeó Naruto, aunque su tono era genuino. Sasuke alzó una ceja, pero no contestó. En lugar de eso, estiró una pierna por debajo de la mesa, rozando la pierna de Naruto de manera intencionada, casi como una respuesta silenciosa a su comentario.
Naruto sintió el calor subirle al rostro por ese contacto, pero no lo apartó. En lugar de eso, entrelazó su pie con el de Sasuke, sosteniéndolo con una sonrisa en los labios. Era un gesto simple, pero tenía algo de intimidad que antes les hubiera resultado incómodo. Ahora, en cambio, se sentía natural.
Pasaron un rato comiendo en silencio, con el sonido de la lluvia de fondo. De vez en cuando, Naruto alzaba la vista y se encontraba con los ojos de Sasuke, que lo observaban con una expresión que le costaba descifrar. Era una mezcla de serenidad y algo más, algo más profundo que Naruto ya no temía explorar.
Después de terminar el desayuno, Naruto recogió los platos y los llevó al fregadero. Sasuke, que solía ser reacio a ofrecer ayuda en tareas domésticas, se levantó y se acercó detrás de él, envolviendo su cintura con los brazos mientras Naruto abría el grifo. El gesto hizo que Naruto se quedara inmóvil por un segundo, sintiendo el calor del cuerpo de Sasuke contra su espalda, la barbilla descansando en su hombro.
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Enamorado del idiota; SasuNaru.
FanfictionNaruto siempre supo que amar a Sasuke Uchiha no sería fácil, pero nunca imaginó cuánto dolería. Después de años de amistad, y sentimientos no correspondidos, por fin parecía que las cosas iban a cambiar. Sin embargo, el destino tenía otros planes. A...