Capítulo I

393 56 12
                                    

¡Hola a todos! Acá un especial cortito de Halloween jejejeje terminará antes de Halloween espero jeje

No olviden comentar y votar.


La tarde de Halloween caía sobre la ciudad, tiñendo las calles de una mezcla de colores vivos y tenebrosos. Las casas estaban adornadas con telarañas artificiales, calabazas de todos los tamaños y luces de colores parpadeantes que parecían danzar al ritmo del viento. El aire fresco traía consigo el aroma a manzanas caramelizadas y canela, y el bullicio de los niños llenaba los espacios con risas y gritos de emoción. Sin embargo, en medio de la festividad, Rhaenyra Targaryen sentía un llamado distinto, una inquietante atracción hacia un lugar que había escuchado mencionado en historias sombrías: las ruinas de Rocadragón.

La casa de sus ancestros, un lugar que sus padres jamás visitaban, pese a que su familia era heredera de Rocadragón.

De hecho, le habían prohibido ir allí, aunque jamás había entendido por qué. Aunque ese Halloween, sería diferente, ella lo sabía, lo presentía, había algo que la llamaba hacia allá, y ella no sabía qué era, pero tenía que escuchar ese llamado.

Una tarde se juntó con sus primos Laenor y Laena, y su amiga Alicent en el café de la universidad. Rhaenyra, emocionada, comenzó a hablar sobre la posibilidad de visitar Rocadragón, Laena la miró nerviosa, sabiendo que tenían prohibido ir allí.

Alicent mencionó sobre las leyendas de ese lugar, sobre lo que todos decían, que estaba embrujado y que aquellos que se aventuraban a entrar a menudo regresaban con historias escalofriantes.

Sin embargo, Rhaenyra no le tenía mucho miedo a esas historias, y además, lo que realmente la atraía allí, era la misteriosa muerte de su tío Daemon, quien había desaparecido allí tras una acalorada discusión con su padre.

Rhaenyra había escuchado la historia en innumerables ocasiones, y cada vez que la mencionaban, su curiosidad crecía, como si la sombra de su tío la llamara.

Ella era muy pequeña cuando eso pasó, no había conocido bien a su tío, aunque solía recordar que él era muy amable con ella. Ella no dejó que todos supieran que quería ir allá para saber más sobre que había pasado con él, así que inventó algo.

- Vamos, será divertido- insistió Rhaenyra, tratando de contagiar su entusiasmo a sus amigos- Es Halloween, ¿qué mejor ocasión para explorar un lugar así? Además, siempre he querido saber más sobre mi familia- dijo ella omitiendo por completo su curiosidad por su tío.

Alicent, siempre más cautelosa, frunció el ceño.

- No estoy segura de que sea una buena idea. Las ruinas son peligrosas, y no quiero que terminemos atrapados en alguna leyenda urbana. ¿Y si nos encontramos con algo... raro?- preguntó ella que era la que siempre iba a la iglesia, la que más temía a los sucesos paranormales pues vivía entre historias de ángeles y demonios gracias a su religiosa familia.

- Vamos, Alicent. Solo será una pequeña aventura. ¿Qué podría salir mal? Lo prometo, seremos cuidadosos- dijo Rhaenyra y Alicent suspiró.

Finalmente, Laena y Laenor se unieron a la insistencia de Rhaenyra, y después de un momento de duda, Alicent cedió, aunque no sin una expresión de preocupación en su rostro.

- Está bien, pero si algo sale mal, yo no me hago responsable- dijo, cruzando los brazos.

Con la decisión tomada, el grupo comenzó su viaje hacia Rocadragón. Caminando por las calles iluminadas de la ciudad, la atmósfera festiva contrastaba con el sentimiento de anticipación que crecía en Rhaenyra. Las risas de los niños, los disfraces extravagantes y los dulces parecían distantes, casi irreales. Su mente divagaba en pensamientos sobre su tío Daemon, un hombre cuya vida había sido una mezcla de grandeza y tragedia. La idea de estar tan cerca de un lugar que había sido parte de su historia familiar la llenaba de un escalofrío de emoción y miedo.

Especial de Halloween: El llamado de RocadragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora