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El rostro de Felix era todo un poema

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El rostro de Felix era todo un poema.

Pero Hyunjin creía fervientemente que lo mejor para Felix era no sentirse terriblemente mal y seguir creyendo que Hyunjin tenía amnesia.

—¿Qué? — Rió nerviosamente sin despegar la vista del alfa — Perdón, no te escuche.

— No eres tú, soy yo - No podían culparlo, él jamás había tenido una relación o algo parecido. No entendía, o más bien, no sabía cómo "romper" con Felix de una manera creíble — Debemos terminar.

— ¿Terminar? — balbuceo, el alfa lo comprendía, se hacía a la idea de que en esos momentos la cabeza de Felix era un completo caos y no tenía ni la menor idea de como seguir con su mentira.

— Si, es lo mejor

— No lo entiendo — Su voz había salido en un hilo, realmente le costaba mucho trabajo hablar — No... ¿Por qué? ¿Hice algo mal? ¿Te moleste en algo? Lo lamento mucho Hyunjin... — rápidamente se puso de pie, Hyunjin lo miró con los ojos bien abiertos, actuaba bastante bien.

— No, Felix — suspiro — No es nada de eso.

El omega miró el suelo, su respiración era inestable y se sostenía de la mesa. Hyunjin lo miró con atención, la expresión de pánico en su rostro y la manera en la mordía su mejilla por dentro.

Un muy amargo recuerdo le llegó a la cabeza.

– Felix — Siseo despacio, pero el rubio no reaccionó — ¿Te sientes bien?

Felix lo miró nuevamente, cerró los ojos con fuerza y desvió la mirada.

No podía aferrarse a algo que no tenía posibilidades, aun y si su lobo estaba aullando con dolor.

— ¿Estas bien? — Volvió a preguntar Hyunjin — Felix....

— Iré a preparar todo para mi clase — Forzó una sonrisa, Hyunjin lo siguió con la mirada hasta que entro a la habitación.

Posó sus manos en las ruedas de su silla y avanzó hacia la puerta, Kkami lo siguió de inmediato. Los dos se habían dado cuenta del olor que emanaba el omega.

Hyunjin pego su oído a la puerta, intentando escuchar que era lo que pasaba dentro.

Miro a Kkami y después la puerta, elevo su mano hacia esta, pero solo la dejo encima.

No le agradaba ese vacío que sentía tan de repente.
Bajo su mano de nuevo a la silla y pego su frente a la puerta.

Había sido frío y distante, tal vez y solo tal vez aquello era lo que tenía a Felix encerrado en su habitación.

Su teléfono sonó, por lo que se vio obligado a alejarse de la puerta.

Miro el nombre de Changbin en la pantalla y colgó, no quería hablar con nadie por el momento, por primera vez se sentía culpable.

Débil || Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora