Enamorándose en línea de un antiguo general (P2)

C235

[Feng Qingyi: Entiendo. Vigila las cosas en casa y no dejes que se meta con mis cosas.]

[Feng Qingci: Está bien, lo entiendo.]

Después de terminar las clases de la mañana, Feng Qingyi empacó dos comidas y regresó a la villa.

Feng Qingci y Nan Yue estaban sentadas en el sofá jugando con sus teléfonos. Feng Qingyi le entregó una de las comidas a Feng Qingci: "¡Vamos al comedor a almorzar!"

Feng Qingci tomó la comida y dijo: "¡Vamos!"

Nan Yue: "¿Y qué pasa con el mío?"

"¿Qué quieres decir con 'tuyo'? ¿Cómo iba a saber que estarías aquí? Si quieres comer, ve a comprar lo que quieras. ¡No te debemos nada!" Feng Qingyi llevó su comida al comedor.

Feng Qingci la siguió, mientras Nan Yue sacó su teléfono para pedir comida para llevar. "¿Quieres llevarme? No será tan fácil".

En el comedor, Feng Qingci miró a Feng Qingyi sentado frente a él: "¿Qué debemos hacer ahora?"

"Una vez que alguien pierde el sentido de la vergüenza, no se sabe qué puede hacer. Ahora tenemos dos opciones: o la hacemos sentir tan incómoda que se vaya sola, o la echamos juntos. ¿Qué prefieres?", preguntó Feng Qingyi.

Feng Qingci: "Volveré a mi dormitorio por unos días. Tengo ropa de cama allí. Te la dejo a ti".

"... ¡De ninguna manera, no estoy de acuerdo!" Ella no quería enfrentarse sola a una persona tan molesta.

Feng Qingci: "Yo tampoco quiero, pero como hombre, no es apropiado que le haga nada. Me iré pronto, así que ella será tu responsabilidad".

"Si te atreves a regresar al dormitorio, ¡ni siquiera pienses en regresar aquí!"

Después del almuerzo, Feng Qingyi regresó a su habitación y guardó todos sus objetos de valor en la caja fuerte, luego cerró con llave todas las habitaciones de arriba.

Debido a experiencias pasadas, no se sentía segura de dejar a Nan Yue sola allí. Le preocupaba que cuando regresara por la noche, todas sus cosas estuvieran arruinadas.

Después de hacer esto, ella y Feng Qingci se fueron juntos, ignorando a Nan Yue que estaba comiendo comida para llevar en la sala de estar.

Tan solo una tarde después, cuando Feng Qingyi regresó a la villa, casi pensó que había entrado en la casa equivocada.

El suelo estaba cubierto de cáscaras de frutas y trozos de papel. La mesa de café estaba llena de todo tipo de aperitivos y bebidas, varias de las cuales habían sido sacadas claramente del frigorífico.

El salón olía a un fuerte olor picante. Había cajas de comida para llevar sin terminar sobre la mesa. Había envoltorios de plástico esparcidos por el sofá, la mesa de café y el suelo. Era un completo desastre.

"Nan Yue, por favor limpia este lugar o ¡te echaré inmediatamente!"

"Esta no es mi casa. ¿Por qué debería limpiarla?", dijo Nan Yue sin moverse ni un centímetro mientras jugaba con su teléfono.

Feng Qingyi le arrebató el teléfono de la mano a Nan Yue. "Ya que no estás dispuesta, no me culpes por lo que suceda después".

Nan Yue se recostó en el sofá, completamente inmóvil. "¿Qué puedes hacerme? Date prisa y devuélveme mi teléfono. Si lo dañas, tendrás que pagarlo en su totalidad".

Feng Qingyi la agarró por el cuello y comenzó a arrastrarla hacia la puerta.

Justo cuando llegaron a la puerta, sonó el timbre. Feng Qingyi abrió la puerta y vio a Lou Xi sosteniendo una bolsa.