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Feng Qingyi preguntó: "¿Dijeron a dónde van?"

"Todavía no han especificado de qué país se trata. Lo averiguarán cuando lleguen allí", respondió Feng Qingci.

Feng Qingyi pensó por un momento y se dio cuenta de que no tenía ningún plan para estas vacaciones de verano.

Hace unos días, la revista "Jinghe" publicó su pintura premiada. La redacción de la revista incluso le envió un correo electrónico y la llamó para solicitar más obras suyas.

Ella había aceptado, aunque pintar era solo un pasatiempo para ella. Después de todo, ¿quién rechazaría una invitación de la revista "Jinghe"?

Además de eso, era hora de que la Residencia Peng Lai presentara algunos artículos de verano. Aunque los ingresos recientes habían sido estables, con la llegada del cálido clima de verano de Shengjing, el té caliente ya no era tan popular.

Incluso sus pasteles anteriores no se vendían bien, ya que la gente parecía preferir quedarse en casa.

Una vez que terminaran los exámenes finales, tendría mucho en qué entretenerse. Pensándolo bien, estas vacaciones de verano seguramente serían bastante satisfactorias.

Llegó mediados de julio y con él los exámenes finales en la Universidad Jing.

Después de la agitada semana de exámenes, todos comenzaron a preparar sus maletas para volver a casa.

Feng Qingyi hizo un viaje especial a la estación de tren para despedir a Qu Jingqiu y Shen Hanyue.

Como su tren aún no había llegado, Feng Qingyi se sentó con ellos afuera de la estación para esperar.

Shen Hanyue, sentada en su gran maleta, preguntó: "Qingyi, ¿no vas a casa para las vacaciones?"

"No importa si vuelvo o no. De todos modos, no hay nadie en casa", respondió Feng Qingyi.

Shen Hanyue sugirió: "¿Por qué no vienes a casa conmigo? Aunque mi casa está en un pequeño y pobre pueblo de montaña, es un gran lugar para escapar del calor. Es muy fresco en verano y podemos pescar y pescar camarones en el río".

Feng Qingyi negó con la cabeza: "No, gracias. Deberías regresar temprano para que puedas volver a la escuela antes. Entonces puedes quedarte en mi casa".

Qu Jingqiu, parada junto a un pilar de piedra afuera de la estación con su mochila puesta, intervino: "Qingyi, ¿cuándo tendrás tiempo para visitarnos? Nuestro lugar está más cerca, puedes llegar directamente en auto".

Feng Qingyi respondió: "Está bien, ustedes dos, dejen de invitarme. De todos modos, no tengo boleto ahora, así que no podría ir aunque quisiera. Encontraremos una oportunidad en otro momento".

Shen Hanyue miró la hora: "Qingyi, ya casi es hora de que me vaya. Cuídate en el camino de regreso".

Qu Jingqiu agregó: "Tomaré el mismo tren que ella. ¡Nos vamos!"

"Ten cuidado en tu viaje y recuerda enviarme un mensaje cuando llegues allí", dijo Feng Qingyi.

Los dos se despidieron de ella y fueron a revisar sus billetes.

Enamorándose en línea de un antiguo general (P2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora