Los sollozos del tipo eran insoportables, tanto que tomé una bolsa de plástico colocándola en su cabeza para tratar de asfixiarlo y que se quedará en silencio mientras trataba de recuperar el aliento.
Lo llevé al sótano de la cárcel, ese día le pedí a Jungkook que fuera a un banco a revisar sus estados de cuenta porque durante esos años le estuve depositando dinero y quería asegurarme de que todo estuviera bien. Claramente eso era una excusa de mi parte porque quería conocer al rubio de ojos bonitos en persona,
Ni siquiera era guapo.
—Voy a preguntar una sola vez y quiero la verdad —dije sentándome frente a él.
—Di-dígame señor...
—Jeon Jungkook. ¿Qué hiciste con él en la habitación?
Su cuerpo se tensó, así que recordaba a mi novio a la perfección. ¿Pero por qué se quedó callado? ¿No piensa contestar?
—No se de qué habitación habla, señor...
—¿No? —Comencé a carcajearme—. ¡¿Intentas mentirme en la cara?! ¡Dime ahora! ¡¿Cogiste con mi novio?!
Él amplió los ojos sorprendido.
—Ji-Jimin...
Que nauseabundo sonaba mi nombre al ser pronunciado por esos labios resecos.
—Oh. Sabes mi nombre...
—El señor Jungkook lo mencionó.
—¿Me mencionó? ¿Qué dijo?
Me contó lo mismo que Jungkook, las mismas palabras, el mismo tono de voz. Mi hermoso no mentía, mi hermoso no sería capaz de engañarme. Eso era un alivio que me invadía por dentro, un peso que se levantaba de mis hombros. Podía confiar en él, podía creer en su amor.
Pero, ver a ese rubio que le llamó la atención me molestaba bastante. Su rostro se grabó en mi mente como un recuerdo doloroso, su sonrisa inocente me daba asco. ¿Cómo podía ser que alguien tan insignificante me cause celos?
Necesitaba desaparecerlo de la faz de la tierra. La idea se repetía en mi mente como un deseo que crecía con cada paso. No podía permitir que siguiera existiendo, no podía permitir que siguiera siendo un recordatorio de que Jungkook por poco me engañaba.
Mi mirada se encontró con la del rubio, y supe que él sabía lo que estaba pensando. Su expresión fue de preocupación, su mano se acercó a la mía.
—No intentes tocarme.
Él asintió, su mirada entendida.
Nada podría detener mi sed de venganza. El rubio desaparecería, y mi amor seguiría adelante, sin obstáculos, sin inconvenientes.
—Taemin —dije al ponerme de pie—. Mátalo, haz que parezca que se suicidó.
—Como ordene, señor.
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El rostro de la vergüenza ||Kookmin
RomantiekSe filtra un video íntimo de Jungkook, en ese momento es la burla de todo el instituto, pero Park Jimin, un apuesto joven de élite le ayuda a pasar ese trago amargo cambiándole su vida por completo. 💦Kookmin. 💦Contenido +18 💦Portada elaborada por...