Breaking Walls (Shawn Mendes)

"Shawn me salvó"

Los dos meses pasaron lentamente para Ann. Aún queda un mes, y cree que no podrá soportarlo mucho más.
Se levanta para ir al instituto. En el camino, como siempre se encuentra a Stella. Hoy no pueden permitirse llegar tarde, ya que tienen examen a primera hora. Ann llega y se sienta en su sitio al final de la clase. Esta vez no escucha música, prefiere estar concentrada para el examen.

El examen le sale fatal, para variar, pero no hay nadie que se preocupe por las notas que saque, así que no le importa.
Sólo lo importa que va a ver a su ídolo. Sí. Eso es lo que siempre ha estado en su mente a todas horas, a diferencia de que esta vez, es real. Al salir del instituto, no le apetece volver a casa. Le había cogido el gusto a estar en la calle. En un banco, sola. Ella sabe que nunca está sola. Está con Shawn. Como se le ha hecho tarde, va a una hamburgesería y pide comida para llevar. Se sienta en una mesa y empieza a comer. Feliz y con su hamburgesa en la mano, cuenta mentalmente los días que quedan para el concierto. Un llanto le interumpe. Viene de una chica que está cruzando la calle. Es muy delgada, como ella. Va vestida de negro entera. A Ann le llaman la atención sus finos brazos. Estaban llenos de cortes y en la muñeca tenía una pulsera blanca, del hospital. Algunas parte incluso le sangraban. Cuando pasó cerca de ella, se fijó en sus ojos. Eran de un bello color miel, pero costaba fijarse en sus ojos, las grandes ojeras retenían toda la atención. Su pelo liso y oscuro caía sobre sus hombros como una cascada. Ann se queda sobrecogida con la imagen. Y piensa: "¿De verdad me he librado de todo esto? No me hubiera gustado acabar así. Agradezco infinitamente a Shawn que me haya salvado de esa muerte en vida. Yo entiendo a esas personas. Pero ahora me doy cuenta de que nada arreglarán lastimándose a sí mismos. Hay mejores vías de escape... Y son mucho menos dolorosas." El sonido del móvil interrumpe sus pensamientos. Lo saca del bolsillo y lee:

Chloe: Es tarde, ¿Donde estás? El tío llegará pronto y te regañará si no vuelves

Ann mira la hora nerviosa. Tiene media hora. No es mucho tiempo. Sale corriendo hacia el metro, coje el tren adecuado y se relaja. Le sobra tiempo.

Llega a casa jadeando. Su hermana está tumbada en la cama con el móvil.
- Vaya, has llegado y te han sobrado quince minutos.
- Pues sí. - responde Ann con una sonrisita.
- ¿Que has hecho en la calle?
- Nada, dar una vuelta y comer en una hamburgesería. He visto a una chica muy rara. Tenía los brazos con cortes, ojeras y iba de negro.
- Una suicida. Tu fuiste una de ellas.
- Pero Shawn me salvó.
- Le doy las gracias por hacerlo. Gracias a él tengo a mi hermana aquí conmigo.- le dice a Ann sonriendo.

Siguieron hablando hasta la madrugada, hasta que sus párpados se cerraban solos del cansancio.

Lo que Ann no sabía es que el día de mañana lo iba a recordar toda su vida, y no precisamente para bien.