Título: Secretos entre sombras.
Narra Alex:
Siempre he sabido que los secretos son como espejos rotos: reflejan una imagen distorsionada de la realidad. La promesa que le hice a Lauren de mantener su magia en silencio me pesaba más de lo que imaginaba. Ella había entrado en mi vida de forma inesperada, y aunque solo éramos compañeros de trabajo en Penguin Books, había algo especial en nuestra conexión.
Era una tarde nublada cuando, en la sala de descanso, el aroma del café recién hecho se mezclaba con el sonido suave de las páginas pasando. En un rincón, había una máquina de videojuegos que a menudo atraía a los más atrevidos, mientras que los sofás estaban llenos de libros apilados, formando pequeñas montañas de historias esperando ser descubiertas.
Lauren estaba sentada en uno de los sofás, un tazón de ramen en la mano y una mirada de preocupación en el rostro. La tensión en el aire era palpable.
-Alex, necesitamos hablar -dijo, y su tono hizo que un escalofrío recorriera mi espalda.
Me acerqué, sintiendo cómo el ambiente acogedor se tornaba denso. -¿Sobre qué? -pregunté, tratando de mantener la calma.
-Sobre tu padre. Hay cosas que no me has contado -respondió, su voz un susurro lleno de inquietud.
Mis pensamientos se agolparon. ¿Qué había descubierto? Sabía que mi padre, Arthur Macclean, era más que un simple empresario. Tenía un poder mágico especial, gracias a un antiguo collar que era una herencia familiar. Pero no podía permitir que Lauren se involucrara en eso.
-Lauren, yo... -comencé, pero ella me interrumpió.
-No puedes seguir ocultándomelo, Alex. Sé que tu padre no es solo un hombre de negocios. Hay más ahí, y tú lo sabes.
La presión en mi pecho aumentó. Miré a mi alrededor, asegurándome de que nadie más estuviera en la sala. -Toma asiento -le dije, señalando el sofá frente a mí. Ella se acomodó, su mirada fija en mí. -No quiero que esto te afecte. Mi padre es complicado.
Se cruzó de brazos, su expresión firme. -No estoy segura de poder confiar en ti. ¿Qué me estás ocultando?
Me acerqué un poco más, inclinándome hacia ella y susurrando: -Si Arthur descubre lo que sabes, no dudaría en enviarme a Canadá a administrar la empresa familiar. No podría quedarme aquí.
Lauren frunció el ceño. -¿Y eso me afecta? Apenas empezaste a trabajar en la oficina.
-Significa que no podría protegerte. Mis responsabilidades me alejarían de todo esto. -La idea de perderla me hizo sentir una punzada en el estómago.
Ella soltó un suspiro, y la tensión en el aire se tornó más suave, aunque la incertidumbre seguía presente. -Alex, puedo cuidarme sola. No necesito que me protejas.
Una parte de mí admiraba su determinación, pero también sabía que la situación era más peligrosa de lo que ella pensaba. -Lo sé, y eso es admirable -le dije, intentando suavizar la conversación-. Pero incluso los más fuertes necesitan un aliado de vez en cuando. Imagina que tu magia se descontrola en el trabajo y necesitas a alguien que entienda lo que está pasando. No quiero que enfrentes eso sola.
Lauren se quedó en silencio por un momento, su mirada recorriendo la sala como si buscara respuestas entre los libros y las golosinas. Finalmente, se relajó un poco. -¿Y tú crees que podrías ser ese aliado?
-¿Por qué no? -le respondí, intentando mantener un tono ligero. -Además, tengo experiencia lidiando con lo inesperado. Si un autor se pone difícil o hay problemas con un manuscrito, estoy acostumbrado a improvisar.
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Más allá del encuentro ✔️
FantasyCuando Lauren, una artista con la habilidad única de convertir cualquier situación en un golpe de suerte, choca con Alex, un escritor con más aire de protagonista de novela romántica que de persona real. Lauren y Alex intentan descubrir si su conexi...