Capitulo 11:

8 5 0
                                    

Narra Alex:

Preferí llevar a Jake a mi casa, donde podría mantenerlo a salvo. Al llegar, Jake se recostó en el sofá, exhausto.

-Gracias, Alex -dijo-. No sé qué estaría pasando sin ti.

Me senté junto a él.

-No te preocupes -dije-. Estás seguro aquí.

Justo entonces, mi teléfono sonó. Era Marissa.

-Hola, Alex -dijo-. ¿Estás con Jake?

Me sorprendí.

-Sí, está aquí -respondí-. ¿Por qué?

-Recibí un mensaje raro -dijo Marissa-. Decía "No confíes en nadie, uno de ustedes estará en peligro". ¿Tú también lo recibiste?

Me tensé.

-Sí -dije-. Lo recibimos todos.

-Estoy preocupada por Jake -dijo Marissa-. ¿Está bien?

Me sentí incómodo. Marissa era mi primera sospechosa de querer afectar a Jake, Liv y Lauren.

-Está bien -dije-. Pero no entiendo por qué te preocupas tanto por él.

Hubo una pausa.

-Alex, yo... -dijo Marissa-. Yo solo quiero protegerlo.

Me sentí escéptico.

-¿Protegerlo de qué? -pregunté.

-De todo -dijo Marissa-. De quienes quieren lastimarlo.

Sentí una sensación de alerta.

-Marissa, ¿sabes algo que no me estás diciendo? -pregunté.

-No -dijo Marissa-. Solo quiero ayudar.

Colgué el teléfono, sintiendo una mezcla de emociones. ¿Era Marissa sincera o estaba tratando de engañarme? Miré a Jake, que dormía pacíficamente en el sofá.

-No te preocupes, amigo -dije-. No te dejaré solo.

Pero la duda seguía en mi mente.

Después de la conversación con Marissa, no podía sacar de mi mente la sensación de que estaba ocultando algo. Decidí investigar un poco más.

Me levanté del sofá y fui a mi habitación. Saqué mi teléfono y busqué el número de un amigo que trabajaba en la compañía de teléfonos. Le pedí que me ayudara a rastrear el origen de los mensajes amenazantes.

Una hora más tarde, mi amigo me llamó de vuelta.

-Alex, encontré algo -dijo-. Los mensajes provienen de un número registrado a nombre de Marissa.

Sentí un golpe en el estómago.

-¿Estás seguro? -pregunté.

-Sí -dijo mi amigo-. No hay duda.

Colgué el teléfono, sintiendo una mezcla de emociones. Marissa estaba involucrada. No sabía si era la que enviaba los mensajes o si sabía quién lo hacía, pero estaba seguro de que estaba relacionada.

Bajé al salón, donde Jake seguía durmiendo. Me senté junto a él y lo desperté suavemente.

-Jake, despierta -dije-. Tenemos que hablar.

Jake se sentó, confundido.

-¿Qué pasa? -preguntó.

-Marissa -dije-. Está involucrada en los mensajes amenazantes.

Jake se sorprendió.

-¿Qué? -preguntó-. ¿Cómo lo sabes?

-Un amigo me ayudó a rastrear el origen de los mensajes -dije-. Provienen de un número registrado a nombre de Marissa.

Más allá del encuentro ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora