sin ataduras

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Ryuu le ofreció un lugar junto a la cena que para ese momento ya se encontraba fría al igual que la mirada que la elfa le dedicaba al albino, bell quien no esperaba esa respuesta solo debió la sopa que estaba enfrente de el.

- e-esta r-rica...

- esta fría...

bell asintió  ante las palabras de la elfa que tenia enfrente de el, el sentía que ryuu estaba ligeramente molesta, pero, ¿por que lo estaba?.

bell no extendía del todo la razón detrás del enojo de ryuu.

- b-bueno... aun asi esta rica.

- ¿sabes por que esta fria, cranel-san?

de la nada ryuu pregunto, bell no queria saber siendo sinceros, aunque al final tenia que responder.

- bueno... 

- por que la prepare y serví hace tres horas, pensando que volverías a la hora que dijiste, no, que prometiste volver.

- p-pero la mazmorra...

bell quiso defenderse pero anya, quien se acerco a el le coloco su mano en el hombro y negó.

- ya no le muevas bell-nya, ryuu-nya esta enojada-nya por que se esforzó mucho-nya en su comida y tu llegaste tarde-nya.

- oh fue por eso... anya, opciones.

- no le muevas-nya

bell suspiro al ver que solo le quedaba quedarse quieto y esperar piedad de parte de la elfa, pero antes de poder decir algo, ryuu se suspiro.

- no tiene que ponerse así cranel-san ya que en parte, si, estoy molesta por que queria que mi primera comida fuera comida caliente... realmente no tengo derecho a enojarme, después de todo soy solo una amiga suya.

bell se quedo callado, si, las palabras de ryuu eran verdaderas, pero no quitaba que el hubiera cometido un error.

- no, fue mi culpa ryuu-san, olvide por completo nuestra promesa... te agradecería su pudieras seguir cocinando para mi... te prometo no volver a llegar tarde.

ryuu se quedo callada, las palabras de bell calaron dentro de ella casi rebotando en su corazón.

- entonces... seguiré cocinando para ti cranel-san.

- gracias ryuu-san... sigamos esforzándonos.

la elfa asintió, una pequeña sonrisa resplandecía en su rostro, a lo lejos, syr miraba la interacción, una expresión complicada se alojaba en su rostro, de la nada en su hombro un mano se poso, al voltear descubrió a mía mama quien también miraba al frente, mas concretamente a la pareja.

- en el pasado te permití muchas cosas... permití que robaras talentos sin ponerte un freno, deje que muchos conocieran tu ira y deje a muchos sin hogar, ¿entiendes lo que digo?

syr se quedo callada, no respondió al sentir la presión en su hombro.

- pero esta vez no permitiré que interfieras... incluso tu, su mejor amiga, debes saber que ella merece ser feliz.

syr apretó los labios.

- así que dile esto a esos tontos, el jabalí, el gato, los nobles, los enanos... si interfieren buscare una manera de hacerlos pagar, ¿lo entiendes... Valkyria?

lentamente syr asintió, las comisuras de sus labios temblaban ante el miedo que sentía en ese momento, ¿el motivo del miedo?, ella lo sabia, sabia la verdad es que pocos conocían, el secreto de la dueña del bar, un secreto que solo pocos conocen, pero aquellos que lo conocen saben que al igual que cierto albino, la enana también era una irregular.

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