Capítulo 5 - "Vino añejo"

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-¿Por qué está tan callada? – preguntó Claudia acariciando vagamente los brazos que la chef tenía a su alrededor mientras seguían en la bañera.

-Me estaba acordando de la primera vez que dormimos juntas– dijo Adria con una sonrisa, mientras tomaba una esponja y masajeaba en círculos la espalda de Claudia.

-Ese día yo creo que ambas nos sorprendimos – dijo Claudia con los ojos cerrados disfrutando de las atenciones de la chef.

-Tú me besaste en el parqueadero – dijo la chef -. ¿Quién sorprendió a quién?

-Tú me sorprendiste a mí, de lo celosa que estabas – dijo Claudia.

-Si, pero te tomo como una eternidad darte cuenta.

-Pues porque yo también estaba celosa, a mi todos me ven como la hermana mayor fastidiosa, pero a ti te miran y parece que se les olvida hasta el nombre, que cosita.

Claudia se cruzó de brazos y Adria no pudo evitar reírse.

-Que consté que yo les dije que no eran mi tipo – dijo la chef alzando las manos con una sonrisa, nada más de acordarse de Dominica diciendo “Un poco de sabor a tu corazón”, no iba a mencionarlo, pero la cara de Claudia, se quedó petrificada después de eso.

Incluso la chef, había llegado a preguntarse si la idea de juntar a Alejandro y Dominica había sido idea de Claudia, solo para mantenerlos alineados.

-¿Entonces cuáles son tu tipo? – preguntó la presentadora moviendo el cabello.

-Solo tengo uno – le susurro la chef en el oído de forma picara -. Rubia, alta, chambeadora, con excelentes pómulos, y una sonrisita que se te mete bajo la piel y te atraviesa el corazón de lado a lado.

Claudia no dijo nada más, solo se derritió en las palabras de la chef y dejo caer su cabeza en el pecho de Adria, para dejar que el recuerdo de su primera noche juntas las envolviera.

***

Flash Back

Durante todo el trayecto hasta la casa de Claudia, ninguna se atrevió a mencionar lo que había ocurrido con el beso. 

Claudia haciendo uso de todas sus cualidades carismáticas se las arregló para evitar caer en un silencio incómodo y tratar diferentes temas de conversación con Adria, a lo cual la chef le siguió el hilo de las ideas sin ningún problema.

Al fin y al cabo, eran buenas amigas, y siempre se les había facilitado hablar de todo y nada, pero las cosas tomaron un rumbo diferente en cuánto colocaron un pie en el apartamento de la presentadora.

El cual desbordaba feng shui con vibras oceánicas en cada rincón, casi al punto en el que podías saborear el agua salada y sentir la brisa marina. 

Era obvio que Claudia había estado más que involucrada en todo ello, y Adria estuvo encantada de absorber con fascinación cada pequeño detalle que pasaba frente a sus ojos.

Excepto por un detalle que le llamó la atención y era la ausencia del padre de sus hijos en los retratos familiares. 

Adria, el cuarto de huéspedes está frente al mío, si quieres puedes dejar tus cosas, darte una ducha y ponerte cómoda, en el cuarto de baño hay de todo lo que necesites, pregunta por lo que no veas, estás en tu casa, yo voy a ir a buscarte un pijama para que estés cómoda y a pedir un domicilio. 

Te apetece algo de comida peruana, o quieres algo más mexicano.

-Ya va Claudia, espérame tantito – dijo Adria con una sonrisa divertida -. No sé si sentirme agradecida, halagada o insultada todo al mismo tiempo.

SLOW BURN CHEF - Short storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora