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Había pasado unas semanas desde el accidente de Maya, las heridas habían sanado y volvía a hablar como antes, Carina había vuelto a su apartamento hacía semanas, desde que Maya dejó de necesitar de ella y la rubia no podía estar más inconforme. Le gustaba tener a su esposa a su lado día y noche.

Era día viernes y por fin volvería a dormir con ella, estaba emocionada por pasar su fin de semana con Carina.

Pero no todo es como se espera

-Bambina, tengo una conferencia en Nueva York este fin de semana - Fue lo primero que escuchó cuando respondió la llamada entrante

-¿Qué? — Preguntó sin entender que sucedía

—Eso... que Bailey me dio una conferencia en Nueva York, tengo que viajar hoy por la tarde y vuelvo el domingo en la noche — Murmuró con lastima en su voz — Lo siento mucho, te extraño. Esta semana ha sido un caos y no nos hemos visto mucho, solo quería estar contigo. Voy hacia la estación ahora para poder verte aunque sea unos minutos —

Maya pasó su mano por su rostro con frustración

—Está bien, es tu trabajo — Dijo con lentitud, le apestaba no poder estar con su esposa aquellos días, siempre los guardaba para ella, para que nada interrumpiera estar con ella

El día martes cuando estaban a punto de quitarse la ropa, habían llamado a Carina para un parto de su paciente. Salió a regañadientes del apartamento de Maya maldiciendo por lo bajo. El día miércoles no se habían podido ver y el jueves Maya tuvo turno hasta aquel viernes.

—Se que es mi trabajo, pero tú eres mi esposa, me gustaría estar más tiempo contigo — Se quejó

—Luego tendremos tiempo, bichito — Intentó consolar

—Te veo ahora — Terminó la llamada y Maya quedó mirando su pantalla, soltó un suspiro desganado

Esperó un par de minutos y Carina entró a su oficina sin tocar la puerta.

—Bambina... — Murmuró caminando hacia ella, Maya se empujó hacia atrás dejándole espacio para que se sentara en su regazo

Carina se sentó rodeando su cuello y la besó enseguida, la besó con ganas, la besó deseando más de ella. La mano de la italiana como cada vez que la besaba estaba en su cuello, en el cuello de la camiseta.

Se alejaron de la otra con un suspiro, Maya recargó su cabeza en el hombro de Carina.

—Volveré pronto, lo prometo — Murmuró acariciando su cabello

Maya asintió entendiendo a su esposa

—¿Al menos te puedo llevar al apartamento? — Preguntó Maya

Carina le sonrió acariciando su mejilla

—Claro que puedes

Aquella noche Maya durmió sola y se sentía horrible, se había acostumbrado al calor de Carina, sus leves suspiros por la noche. Dio vueltas por la cama y pensó que lo mejor sería ver televisión un rato, intentar dormir en el sofá.

El sábado despertó con las fotos que le había enviado Carina de su conferencia, salía sonriendo junto a Jo, alzó sus cejas cuando vio una vagina de un tamaño real, supuso que era parte de la conferencia de ginecología.

Por la noche recibió la llamada de Carina en su móvil, sonrió aceptando la videollamada.

—Ciao, bambina — Saludó Carina con una sonrisa

—Hola, ¿Cómo la estás pasando? — Preguntó sentándose en el sofá para hablar con ella

—Increíble, ahora estamos en el hotel — Le enseñó la habitación y Jo estaba en la cama contigua arreglando su maquillaje

Was any of this real? (Marina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora