Epílogo

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Pocos meses después, Maya decidió comprarle un anillo a Carina. Era su esposa después de todo y no tenían anillos. Fue con Andy a una tienda y miraron con atención las joyas de oro.

-¿Crees que le guste a Carina? - Le enseñó un anillo

-Maya, a Carina le gusta todo lo que haces - Se burló Andy

Maya la miró mal unos segundos antes de volver al anillo

-Pero esto es especial, será mi esposa - Murmuró- Y sabes que tiene un gusto italiano -

Lo observó un momento más y decidió que ese sería, la vendedora de aquella tienda rápidamente se los entregó.

-Tienen seis meses para devolverlos en caso de que no funcione - Le sonrió con ironía

-Vamos a cumplir un año de casadas, creo que ya tuvimos los meses de prueba - Dijo Maya con molestia en su voz

Aquella mujer no era nadie para juzgar alguna relación ajena.

Se llevó las sortijas en su caja de terciopelo a la estación, aún seguían en horario de trabajo.

-¿Hoy le pedirás que sea tu esposa? - Preguntó Andy

-Ya es mi esposa, hoy le daré el anillo, hoy cumplimos un año - Dijo emocionada

-¡Y mañana a emborracharse! - Celebró Andy alzando sus brazos - Gracias por darnos una fiesta - Dijo golpeando su espalda, Maya negó con su cabeza

Terminó con rapidez su turno y corrió hacia su apartamento. Se dio una rápida ducha y se arregló para aquella noche.

Tenían reserva en un restaurante de lujo.

Maya se paseaba en ropa interior por el cuarto, se maquilló y luego se arregló el cabello. Escuchó las llaves golpear el bowl de la entrada y los pasos de Carina hacia la habitación

-Woah, que espectáculo - Dijo disfrutando del cuerpo de Maya - Amo tu trasero, bambina - Habló con su mirada llena de lujuria mordiendo su labio inferior

-Guárdalo para esta noche - Dijo Maya girándose para verla y rio notando su expresión

-Se me hace difícil... - Se acercó lentamente a ella

Maya mordió su labio inferior en anticipación, puso sus manos en la cintura de Carina y dio un paso hacia atrás intentando mantener una distancia, sus piernas tocaron el borde de la cama y ambas cayeron en la cama riendo, Carina sobre Maya.

-Hola - Saludó a su esposa inclinándose levemente para dejar un beso

-Ve a cambiarte - Murmuró Maya con una sonrisa, la italiana se levantó de su lugar y caminó hacia el baño

Carina quito su ropa pasando frente a Maya hacia la ducha. Todo su cuerpo desnudo la llamaba, la invitaban a tocarla, a disfrutar de ella. Tomó toda la fuerza en Maya negarse a la tentación que era su mujer y salir en busca de su ropa

Cuando ambas estuvieron listas, fueron hacia aquel restaurante. Maya guardaba con fuerza la cajita en su abrigo. Se sentía igual de nerviosa que si le fuera a proponer matrimonio de verdad, aún cuando ya era su esposa.

La velada fue tranquila, hablaron de todo y nada, Carina le contó sobre su día mientras Maya intentaba evitar decir mucho sobre el suyo. Lo que más hizo fue planear todo, se había atrasado en la compra de las sortijas y odiaba salirse de sus planes.

Cuando terminaron la cena fueron hacia el hotel donde Maya había planeado el resto de la velada.

Al entrar por la puerta, Carina notó un camino de rosas, unas cuantas velas encendidas. Siguió el camino de rosas riendo, Maya la seguía de cerca.

Was any of this real? (Marina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora