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Entró al apartamento sintiéndolo frío, encendió la luz y notó todo ordenado. Lucía a que nadie había entrado en días. Caminó hacia las escaleras y subió con rapidez, abrió el armario de Carina y estaba semi vacío.

Sabía que mucha de la ropa de su esposa estaba en su casa, pero no pensaba que toda la ropa. Terminó de sacar lo que quedaba dejándolo en la maleta que tenía en el armario. Guardó sus preciados zapatos y su ropa interior, metió todo lo que pudo en aquella maleta y la bajó con cuidado. Volvió al baño y se apresuró por hacer lo mismo, ya casi no tenía productos en aquel mueble como la primera vez que había ido.

No supo cuánto tiempo estuvo ahí hasta que recibió la llamada de Carina.

—Amor, no te veo — Escuchó decir

—Mierda, voy enseguida — Bajó las cosas con rapidez, sabía que tendrían que volver y ver que harían con los muebles y con el sitio, pero lo esencial de Carina iba en la mochila que cargaba Maya y en aquella maleta.

Condujo de vuelta al hospital y marcó su número para que saliera, la vio caminar con las manos dentro del abrigo. Se apresuró a subir al auto.

—Puto frío — Murmuró abrochando su cinto — ¿No me ibas a esperar? — Preguntó con una sonrisa

—Lo hice, compré un café y me encontré con Amelia — Le contó acelerando hacia su apartamento

—¿Y donde estabas? —

—Uhm... fui a tu apartamento— Se encogió de hombros

—Oh... — Murmuró mirando por la ventana

—Y saque tus cosas... — Confesó por lo bajo, Carina alzó una ceja mirando a su esposa

—¿Qué? — Preguntó sorprendida

—Uhm... están... atrás — Señaló y Carina se giró notando su mochila

—¿Porqué hiciste eso? —

Maya se puso nerviosa, pensó que quizás había sido muy drástico, no le había consultado nada a Carina, eran sus cosas después de todo.

—Porque... uhm... ¿Quieres mudarte conmigo? — Preguntó con una sonrisa inocente

Carina la miró extrañada sin entender

—¿Qué? — Preguntó parpadeando

—¿Quieres ser mi roomie? —

Carina la miró indignada antes de estallar en una risa, Maya sintió un leve alivio en su cuerpo y suspiró mirando la sonrisa de su esposa.

—¿Roomies? — Preguntó Carina burlándose de ella

—Eres mi esposa, las esposas viven juntas, te quiero conmigo, Carina. A todas horas y todos los días, múdate conmigo, seamos roomies, compañeras de casa, lo que sea... — Pidió deteniéndose en una luz roja — Pero vive conmigo... por favor...

Se giró hacia su esposa para mirarla, los ojos de Carina mostraban ternura y amor, vio cómo asentía levemente.

—Me gustaría ser tu roomie — Respondió inclinándose para juntar sus labios

Maya suspiró en su boca soltando la tensión que tenía

—¿Entraste a robar a mi casa? — Se burló alejándose

—Fue un acto impulsivo, Amelia me dijo que no pasabas tiempo en tu casa — Explicó

—Tiene razón, me recuerda cada vez más a Andrea y lo extraño demasiado últimamente — Le contó bajando su voz

—Me hubieses dicho, bichito. Podríamos habernos mudado juntas antes —

—No teníamos tiempo, no nos daba para hablar de esto, era siempre "¿cómo fue tu día?" Y quizás algo más — Se quejó estirándose en el asiento

Was any of this real? (Marina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora