"LOS OJOS DE LA VERDAD"

Capítulo 2.- EL HERMANO DE MI EX

-¡LEVANTATE PRINCESA! o llegaras tarde- sonó una voz femenina y molesta detrás de la puerta -¡ah! Y dile a tu novio que se marche lo antes posible.-

Comenzó a sonar mi alarma, estiré mi brazo hacia la mesita de noche donde suelo dejar mi celular, pero por más que movía mi mano no podía dar con ella

-Demonios tendré que levantarme- dije entre bostezos, comencé abriendo los ojos, fue cuando noté que no estaba en mi habitación, y que un delgado, largo pero fuerte brazo me tenía prisionero, sujetándome por la cintura.

-¿¡Dónde estoy!?- me pregunté, al instante un dolor llegó a mi labio inferior -¡auch!- me quejé, no lograba recordar nada ¿Dónde estaba? ¿Por qué me dolía el rostro? y para colmo hay algo duro molestándome en la espalda.

Traté de girarme para mirar a la chica con la que dormí, de la cual no podía recordar ni el rostro, cuando ésta me abrazó más fuerte aun. ¡Cielo santo!, estoy con una luchadora.

-Amor- dijo ronroneando en un tono suave –no hay que ir a la escuela- cuando terminó de hablar pensé que su voz no era nada femenina; su cuerpo, es extraño no siento sus senos o algo que los cubra y por Dios ¿por qué duerme con una botella de agua entre nosotros?

-¡ANTONIO!- gritaron al momento que pateaban la puerta -¡ya levántate! Si no te levantas en 5 minutos me marcho y te iras caminando a la escuela- gritó aún más alterada la voz del otro lado de la puerta al momento de que se alejaba de ésta.

-¿¡Anthony!?- pregunté con un tono bajo al momento que movía su brazo para que despertara. Fue entonces que recordé la pelea:

-¡EL ES MI NOVIO!- dijo una voz enfurecida a la vez que insertaba otro golpe en mi cara. Al momento caí al suelo, en un instante tenia al sujeto que gritaba y me había golpeado encima de mi cuerpo, dejándome inmóvil –si te vuelves acercar a él ¡te mato!- mencionó al momento que sujetaba con fuerza mi playera para levantar mi rostro – ¿entendiste?- preguntó queriendo insertar otro golpe en mi rostro, fue cuando logré darle un cabezazo, el tipo se había ganado la golpiza de su vida y era más que obvio que yo se la daría.

Lancé una patada a su abdomen que hizo que el tipo se fuera de espaldas -¡EN TU VIDA VUELVAS A PONERME UN DEDO ENCIMA IMBECIL!- grité lo más alto que pude, ahora era yo quien lo tenía inmóvil y golpeando su rostro -es Anthony quien debe decirme si puedo o no acercarme a él- dije al momento que golpeaba su nariz de la cual empezaba a escurrir sangre, cuando estaba por insertar mi último golpe y quedar satisfecho escuche una voz llorosa.

-¡PARA, DETENTE, LO VAS A MATAR!- suplicó Antonio –ya no lo lastimes- dijo con lágrimas en los ojos, me separe del sujeto y empecé a caminar fue entonces cuando me desmayé.

-¡Oye! ¿Podrías quitar tu cuerpo de encima del mío por favor?- comencé a hablar en voz alta para que Antonio despertara, fue cuando él quito su brazo y me liberó, es raro, su cuerpo se amoldaba perfectamente al mío.

-¿Erm?- los sonidos que hace son tan lindos –Buenos días- dijo bostezando al instante que se levantaba de la cama, este chico es como una de esas Loli de los animes, tenía puesta una camisa larga que llegaba a tapar una cuarta parte de sus piernas, y un bóxer color negro.

Cuando estuvo de pie, se estiró para quitar toda la flojera que aun cargaba, pude ver cada parte de su cuerpo, o por lo menos lo que no cubría la ropa y pude imaginar cómo sería lo demás, él mide cinco o quizá diez centímetros más que yo que apenas llego a medir un metro con setenta centímetros, su cuerpo es delgado, no al grado de llegar a ser un esqueleto pues tiene unos músculos muy bien definidos, lo que me sorprende de éste chico es que no tiene ni un solo vello en su cuerpo, bueno, no en las partes que estoy viendo, al instante quede mudo al ver su entrepierna, se notaba un bulto demasiado grande, así que era eso lo que estaba molestando mi espalda.