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-Don Josué sabía que por lo menos algún carro tenía que pasar, pero esta vez, muy dentro de sí, no sabía si eso era lo que quería.

-A lo lejos vio unas luces que iluminaban el camino. Era una camioneta que iba pasando justo por ahí. Sin tomar en cuenta a su indecisión, don Josué con su dedo pulgar le hizo una seña para que el auto frenase. El conductor se detiene, y este baja la ventana en frente de Don Josué.

-Quién conducía el auto era un muchacho, que a vista de don Josué, se veía de confiar, y sin pensarlo, le dijo.

"Lléveme hasta Balzar, joven, por favor."

-El muchacho le abre el seguro a la puerta, y le dice a don Josué.

"Súbase nomás don, que yo también voy para allá." -Le dijo en tono amable.

-A don Josué le asombra la coincidencia, pues muchas veces los carros que pasan por ahí se van a otros pueblitos. Pero sin darle más dilación al momento, solo se sube. Al estar dentro de la camioneta, don Josué siente que un sentimiento de alivio le invade, pero no por mucho.

-El muchacho vuelve a darle arranque a su camioneta, y se pone en marcha hacia su destino.

-Don Josué empezó a sacarle conversa al joven, para hacer del viaje más ameno.

"Al menos no voy a ser el único que va a llegar a no tener luz."- le dijo en un tono burlón.

-El muchacho le responde con el mismo tono de humor.

"Yo también pensé que era el único que iba a llegar a comer con los mosquitos."- le dice soltando una risa.

-Por un momento el frío se había vuelto un poco manso. Su conversa evocaba cierta extraña calidez.

-Don Josué vuelve a dirigirle la palabra al muchacho.

"Yo a usted no lo había visto antes por el pueblo, joven, y bueno ahora tampoco puedo verlo."-el tono burlón seguía dentro de sus palabras.

"Para ser de pueblo no hay que conocer a todo el mundo oiga."-le responde el muchacho con una pequeña risa.

"Con lo pequeño que es el pueblo uno llega a pensar que sí."-también suelta una pequeña risa don Josué.

-Luego de unos segundos de pequeño silencio, el muchacho es quién dirige la palabra.

"Oiga, pero creo que si lo reconozco, acaso no es usted el señor Josué. O me estoy equivocando?"

-Don Josué se extraña por un momento, pero recuerda que allá en el pueblo nadie es un desconocido.

"Así es joven. El mismito que viste y calza."

"Ah, entonces si es el señor Josué del que me han hablado."

-Aquello que mencionó el muchacho inquietó un poco a don Josué.

"Como así. Qué le han contado?"-pregunta con algo de incomodidad.

"Son solo habladurías, y chismes. Ya sabe usted como es la gente de por allá."

"Pero dígame, que ha escuchado usted."-pregunta con una repentina seriedad.

-Aquella calidez que había en el aire, fue forcejeada bruscamente por el frío.



Es mejor ver cuando no hay luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora