Durante el desayuno, mi atención se fija en un cuadro en particular, un retrato de un hombre con aspecto imponente.
—Señor Erick, ¿quién es ese hombre de aspecto intimidante? —pregunto con curiosidad.
—Es mi abuelo —responde él, sonriendo.
—Vaya, se parece mucho a mi abuelo —comento, sorprendida.
En ese momento, mi madre intercambia una mirada con Erick y decide revelar un secreto que cambia todo.
—Jade, Erick es en realidad tu tío.
—¿Qué? —exclamo, incrédula, sintiendo que el mundo se tambalea a mi alrededor.
—Sí, Jade —afirma ella, con una expresión de tristeza y pesar.
La revelación me desborda, y antes de pensarlo, me levanto y corro a mi habitación, cerrando la puerta tras de mí. Erick se dispone a seguirme, pero mamá lo detiene.
—Déjala, Erick. Yo hablaré con ella.
Unos minutos después, escucho a mi madre tocando suavemente la puerta.
—Hija, ábreme. Por favor, déjame explicarte.
—Mamá, quiero estar sola. Es demasiado para procesar.
Pese a mi negativa, ella empieza a hablar desde el otro lado de la puerta, revelándome fragmentos de su pasado.
—Hija, tu padre y Erick son hermanos. Éramos muy amigos en nuestra juventud, pero ambos se enamoraron de mí. Yo correspondí a Erick porque él era quien amaba de verdad, pero tu padre, obsesionado, manipuló a mi familia y me obligó a casarme con él, usando su poder para controlarnos.
Mientras ella habla, el dolor en su voz me conmueve. Finalmente, abro la puerta y la encuentro sentada en el suelo. La abrazo, sintiendo una mezcla de confusión y comprensión.
—Perdona por haber reaccionado así, mamá. Pero es que hay tantas cosas que no sé… siento que nunca me cuentas nada.
—Lo siento, hija. Prometo ser honesta contigo. Solo quería protegerte del dolor de mi pasado.
Nos abrazamos con fuerza, y entonces Erick se nos acerca, con una expresión seria pero decidida.
—Chicas, necesitamos hablar. Creo que la única forma de escapar de mi hermano es fingir sus muertes. Si él piensa que ustedes han muerto, podrán vivir sin miedo de que las encuentre.
Lo miro sorprendida, y pregunto:
—¿Cómo haríamos algo así?
Erick explica su plan. Necesita unas muestras de nuestra sangre y algunos cabellos para armar una escena convincente.
—¿Para qué? —pregunta mamá, algo escéptica.
—Planeo hacer que parezca que murieron en un incendio en el mar. Con ayuda de un amigo en la morgue, conseguiré dos cuerpos sin identificar. Pondremos algunas de sus pertenencias y rastros de ADN en el barco para simular que fueron atacadas y asesinadas.
Miro a Erick, impresionada por la precisión de su plan.
—Tío, eres increíblemente ingenioso.
Mamá sonríe, mirándolo con ternura.
—Por eso me enamoré de él.
Los dos se miran con intensidad, y la felicidad de ambos me hace sonreír.
—Bueno, chicas, debo irme. Mi hermano ya me ha pedido ayuda para buscarlas, así que debo mantener la farsa.
Cuando él se marcha, mamá y yo decidimos ir a la playa. Nos recostamos en la arena, disfrutando del sol y de un breve respiro de paz.
—¿Papá sabe de la existencia de esta mansión? —le pregunto.
—No, cariño. Erick la compró cuando éramos novios, soñando con que sería nuestro hogar algún día. Está en un lugar muy alejado de la ciudad, y tu padre no tiene idea de su existencia.
Sonrío y disfruto el momento, sintiéndome segura por primera vez.
Mientras tanto, Ruiz, mi padre, sigue buscándonos desesperadamente. En su oficina, le muestra a uno de sus hombres un video de seguridad en el que aparecemos subiendo a un auto sospechoso.
—Identifiquen la placa y encuentrenlas. Si no lo hacen, será mejor que no regresen —gruñe, visiblemente alterado.
Tras la conversación, Ruiz llama a Erick.
—¿Tienes alguna noticia sobre Mirella y Jade? —pregunta, con tono demandante.
—He buscado en todas partes, hermano, pero no he encontrado nada —responde Erick, con calma—. No tienes idea de alguna amiga que pudiera haberle ayudado, ¿verdad?
—No. Nunca la dejé salir sin escolta.
—Bueno, seguiré buscando. No te preocupes.
Cuando cuelga, Erick busca a su amigo Johnny, un trabajador de la morgue, y juntos seleccionan los cadáveres necesarios para el plan. Se dirigen al puerto en un bote pequeño, revisando los últimos detalles.
—¿Por qué haces todo esto, Erick? —pregunta Johnny, mirándolo.
—No quiero que mi hermano las encuentre. No soportaría verlas sufrir más.
—Después de todos estos años, Ruiz no confiaba en ti… pero ahora que ellas escaparon, quiere usarte como su espía —dice Johnny, con una sonrisa amarga.
—Exacto, Johnny. Y por eso quiero asegurarme de que mi hermano crea que están muertas.
Al llegar al puerto, negocian con el dueño del barco para que, si alguien pregunta, diga que vio a una mujer rubia con una joven de cabello rizado subirse al barco.
—¿Entendido? Si alguien viene preguntando, ya sabes qué decir —advierte Erick.
El hombre asiente, nervioso, bajo la mirada de Erick.
Una vez en el barco, Erick y Johnny colocan los cuerpos y prenden fuego a la embarcación, asegurándose de que los rastros de sangre y el cepillo con nuestro cabello queden en su lugar. Al ver el humo elevarse, ambos se retiran rápidamente, mientras la embarcación arde en llamas en la distancia.
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La Venganza De Jade
Roman pour AdolescentsJade vive atrapada en una lujosa pero oscura prisión: su propia casa. Su madre, agotada por el miedo y los abusos, le revela un plan de escape silencioso, la única oportunidad para dejar atrás el dolor y reconstruir sus vidas lejos de su padre. Pero...