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⋆ ˚｡⋆୧˚Cap3˚୨⋆｡˚ ⋆

A la mañana siguiente, Jisung fue el primero en despertar. Era sábado por la mañana. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que estaba dormido junto a Minho y, por un momento, se asustó. Luego recordó todo lo sucedido la noche anterior. Con una sonrisa suave, acarició el cabello del alfa y le susurró:

-Eres tan hermoso y perfecto cuando duermes.

Minho empezó a despertar en ese momento, encontrando la mirada de Jisung fija en él. Jisung, al notar que había sido descubierto, giró la cabeza rápidamente, sintiendo cómo el calor subía a sus mejillas. Minho se acercó a su oído y le murmuró:

-Sunggie, ¿sabes que eres hermoso cuando despiertas, verdad?

Jisung se sonrojó aún más, incapaz de responder. Pasó un minuto en silencio, hasta que Minho rompió la calma:

-Debo irme.

-Está bien, que la pases bien -respondió Jisung, tratando de sonar despreocupado.

Ambos se levantaron de la cama, y cuando Jisung estaba por ir al baño, sintió una mano firme rodear su cintura. La voz de Minho resonó cerca de su oído:

-¿Tan fácil me dejas ir, omega?

Jisung se volteó y lo miró, desconcertado.

-¿Qué quieres que haga? -preguntó.

Minho, con una sonrisa pícara, respondió:

-No sé... Como me dejas ir tan tranquilo, tal vez le pregunte a algunas chicas lindas si quieren salir conmigo. Me han estado rogando.

El corazón de Jisung se aceleró y su lobo interior rugió de celos. Sin pensar, respondió rápidamente:

-Creo que no deberías salir con esas chicas... dicen que siempre son infieles.

Minho sonrió divertido por la reacción del omega, y sin decir más, atrapó a Jisung en un beso lleno de amor. Cuando se separaron, Jisung, sin poder resistirlo, volvió a besarlo. Sin embargo, la falta de aire los obligó a detenerse. Avergonzado por lo que había hecho, Jisung bajó la mirada y murmuró:

-Lo siento, Minho, no fue mi intención...

Y, sin esperar respuesta, salió corriendo al baño.

Cuando salió del baño, Jisung quería decirle algo a Minho, pero no había ningún rastro del Alfa este ya se había ido. Rápidamente, Jisung tomó su teléfono y llamó a su mejor amigo.

-¿Hola, Lixie? -dijo con la voz algo agitada.

-¡Hola, Hannie! ¿Qué pasa? ¿Por qué suenas tan agitado?

Jisung respiró hondo antes de confesar:

-Lix... Me besé con Minho... ¡Y fue lo mejor que me ha pasado en la vida!

Del otro lado de la línea, se escuchó un sonido ahogado seguido de un grito:

-¡¿Es en serio, Hannie?! ¡Qué biennnn! ¡Me alegro mucho por ti y por Minho! Pero, ¿cómo pasó? ¡Cuéntamelo todo!

Jisung sonrió, todavía emocionado, y empezó a explicar:

-Bueno, ayer me acompañó a casa porque estaba lloviendo mucho, así que se quedó a dormir en la mía. Le dan miedo los truenos, así que me pidió que durmiera con él. Esta mañana, cuando iba al baño, me agarró de la cintura, me dijo unas cosas... y luego me besó. Y... yo le devolví el beso.

Felix dejó escapar un grito de emoción.

-¡Ay, por fin! ¡Estoy tan feliz de que tengas a alguien con quien compartir tu vida, Hannie!