Capitulo#2

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Música suave sonaba por el lugar, estaba molesta, mi buzo azul favorito estaba manchado de vino, la chica que tomo nuestras ordenes una rubia sin ninguna clase de estilo, bastante desabrida; me arrojo el vino "accidentalmente", como ella lo dice, la maldita música y el exceso de gente en la cafetería me estaban aturdiendo.

-Hay, lo siento –dijo fingiendo disculpas- no logre verte... -mi ira subió y los mil demonios de mi interior salieron-

-Que no tienes ojos o qué? –Dije limpiando la mancha de vino-

-Ya te dije que fue un accidente –accidente... accidente, que me cree estúpida-

-Sí, si como tú digas –dije sarcástica, me miro molesta- que haces aquí aun ve por mi café –rodo los ojos y fue por el café de mala gana-

Estoy entrando a los 3 últimos años del instituto, y bueno mi vida ha cambiado un poco, deje de ser antisocial, bueno sigo siendo yo pero ahora con más amigos.

Hace unos meses el Sr. Webster, mi maestro de Literatura asigno nuevos asientos a la clase, y fue entonces cuando me cruce con Ryan Cooper, es el chico más popular y guapo del instituto, es el capital del equipo de futbol; esto fue solo el inicio, dos meses después de ser su compañera de asiento, me beso frente a toda la clase de Sexualidad, según Ryan para dar una "demostración grafica" de un beso, después me convertí en su novia...

-Aquí tienes –dijo la rubia con mi café en la mano-

-Si ten – le di el dinero, tome mis cosas y salí de la cafetería-

(***)

La respiración me faltaba, mi habitación estaba oscura mientras el sonido de la tormenta reemplazaba el silencio... No puede ser que esté pasando de nuevo, la misma pesadilla, el mismo hombre, el mismo callejón, el mismo chico del piercing, mis malditos sueños se ven tan reales, pareciera que los volviera a vivir. Voltee a ver la hora, 5:30 am, genial de nuevo se me ha ido el sueño, si sigo así terminare como un maldito fantasma.

**HORAS MAS TARDE**

-De nuevo te trasnochaste –Astrith, suspiro frustrado- mira esa cara, tus ojeras, existen los espejos, lo sabes no...

-Lo sé –tome un sorbo de mi chocolate caliente- gracias por el café

-Que acaso... no, no, porque no duermes? –dijo algo inquieta-

-Fue una mala noche eso es todo –frote mis ojos-

-De nuevo soñaste lo de aquella noche –me miro algo preocupada- verdad? –la mire-

-Si -asentí lentamente-

- Dios _____, sabes que para eso sirve el maquillaje

-Sabes que no me gusta usarlo, a menos que la ocasión lo requiera

-Mírate ¡... la ocasión lo requiere hermana¡

- Cállate Astrith... No quiero discutir

-No me calles ____¡¡¡, no tienes derecho

-que no lo tengo dices...-la mire molesta- claro que tengo derecho, para empezar nada de esto hubiese pasado si no te hubieses largado dejándome sola... -genial justo lo que no quería hacer, terminamos discutiendo-

-Vuelve...-susurro muy leve y para ella mismo pero alcance a oírlo- piénsalo si, no quiero discutir contigo

-Sabes que odio que los demás me digan que tengo que hacer...

-Lo se siempre has sido así

­-Cuando estés mejor me llamas si... Por ahora necesitas tiempo para pensar –se levantó de la mesa dejando el dinero sobre ella, y salió de la cafetería en la que nos encontrábamos dejándome sola-

Termine mi café lo más rápido posible, deje el dinero junto con el de Astrith y salí de la cafetería, me coloque mis audífonos y comencé a caminar sin rumbo alguno, iría a donde mis pies me llevaran, me dolían los ojos no había dormido lo suficiente y el sol era intenso.

Había llegado a un parque a cuadra y media de donde vivía con mi hermana, no quería ir a casa de seguro Astrith está ahí, tenía razón debía tomarme un tiempo a solas, así que estar en casa seria como estar en la cárcel me atormentaría con mis propios pensamientos, y no estaba de aminos para ello, definitivamente quería estar sola.

Me senté en una de las bancas del parque, cerré un momento los ojos, los parpados me pesaban...La imagen de mis pesadillas volvió a cursarse por mi cabeza, abrí los ojos de golpe, como es que después de todo este tiempo esa imagen pueda seguir perturbándome de esta manera; me mantuve por un instante con la vista al suelo, levante la vista, esperen ese...

Oh, mierda no puede ser, dos bancos más allá de donde yo estaba sentada, se encontraba él... Si, el chico de la enorme ropa, si estoy segura de que es él, misma contextura, la misma vestimenta pero esta vez sin su enorme buzo.

No podía ser él, eso es imposible. Tan solo podía ver parte de su perfil, y este incluía su piercing metálico en el labio inferior izquierdo, no podía ver más que su nariz, su piercing y sus rastas rubias caer por la parte trasera de su gorra, pues esta producía una sombra que cubría el resto de su rostro, imposibilitándome divisar algo más.

Esto debe ser una broma, me tome el rostro entre las manos y la frote, estaba muy cansada y esto era demasiada información para procesarla. Cuando volví a abrir los ojos él ya no... no está, no había nadie más que unos niños jugando cerca de donde lo había visto hacen apenas unos segundos, mire en todas las direcciones en su búsqueda, pero nada.

Al parecer mis pensamientos le están jugando sucio a mi mente, moví mi cabeza de lado a lado para retirar su imagen de mi cabeza; definitivamente necesito dormir. Pero de verdad lo vi o no?; será que quiero volverlo a ver?... me intriga saber cómo es...

Antes de TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora