Capitulo #13

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Aparque mi moto y entre a la casa, para cuando llegue Guatav, Danielle, Georg, Bill y Astrith, charlaban en la sala.

-Hola lo siento, había un tráfico del demonio –Todos pusieron su atención en mí y me dedicaron una sonrisa a la que respondí de igual manera-

-Hola –dijeron todos al unísono-

-Tranquila pequeña –Bill me sonrío- no eres a la única que esperamos –vamos a esperar a Tom, mierda-

-Ok –dije de mala gana y me acerque a saludar a cada uno-

-No era mejor saludarnos mañana –mire a Georg, luego reí ante su comentario-

-_____... -dirigí mi mirada a Astrith- saldremos –dijo haciendo señas extrañas a mí, reímos, me mire, es verdad aun llevaba puesta el short-

-Oh es verdad voy a ponerme un jean y vuelvo –todos asintieron-

Subí las escaleras, entre a mi habitación cerrando la puerta a mis espaldas, deje a un lado las llaves de mi moto, me deshice de las botas y el short y lo reemplace por un jean azul y unas botas de cuero de tacón largas hasta la rodilla.

Le di un retoque al maquillaje de mis ojos y labios, quite la bandana de mi cabeza, peine y volví a pasar la pancha por mi cabello para que recuperara la forma que perdió por el viento, finalmente me coloque perfume.

Baje de nuevo pero no había nadie, ni Gustav, ni Georg, ni Bill, ni la chicas. Las luces estaban apagadas, baje todas la gradas, y me encontré a Tom parado con las manos en los bolsillos, frente a la gran ventana de la sala, mirando la cuidad, sin percatarse de mi presencia.

-Y los demás?

-Se fueron a VOGA'S BAR –dijo aun mirando por la ventana-

-Me esperarían... -dije molesta, sabía que esto tenía que ver con Tom-

-Gustav, Astrith y Bill fueron en el auto de Bill –su mano subió sobre su cabeza y se arrimó al marco de la ventana- Danielle fue con Georg, y bueno no quería invadir su intimidad, así que me pidieron que te llevara

-Te lo pidieron –pregunte irónica-

-Bueno –finalmente volteó para mirarme- me ofrecí... –de nuevo esa estúpida sonrisa que hace cuando gana-

-Hace cuánto llegaste?

-5 minutos

-Y hace cuanto se fueron?

-No lo sé, 3 minutos tal vez –no permitiría que gane de nuevo-

-Enserio quieres volver a VOGA'S Tom? –su sonrisa se cortó, sus músculos se tensionaron al igual que su mandíbula- eso creí –finalmente he ganado-

Le dedique mí sonrisa de victoria y comencé a caminar hacia la puerta, no llevaba nada más que dinero y mi teléfono en los bolsillos traseros se mis jeans.

Cuando abrí la puerta, la mano de Tom la cerró con fuerza, me tomo de la cintura volteándome y me pego a ella haciendo presión con su cuerpo.

-Tú me debes algo –porque siempre termino acorralada-

-Yo no, te debo nada –dije a la defensiva e intentando alejarlo, pero Tom se mantuvo firme, no podía ni moverlo, tenía sus manos a cada lado de mi cabeza y su rostro cerca al mío-

-Sí me lo debes... -una media sonrisa apareció en sus labios-

Una de sus manos bajo a mi cadera, pegándome aún más a la puerta dejando su cuerpo por competo pegado al mío, sentía su abdomen duro aplastar mi estómago, nuestras piernas estaba perfectamente encajadas, bajo y ladeo su cabeza mientras su mano libre se ocupó de mover el cabello de mi cuello...

Maldita sea, debería estar golpeándolo, insultándolo o lo que sea menos ceder a él, pero hay algo en Tom que bloquea todo mi interior, dejándome completa y estúpidamente vulnerable ante él.

Sentí sus labios dejar un camino de besos en mi cuello, se detuvo, el piercing frío de Tom produjo un cosquilleo al rozar mi cuello, sentí su boca abrirse para... diablos Tom acaba de morderme, mordí mi labio para no soltar un jadeo.

Sus brazos rodearon mi cintura, beso la comisura de mis labios para luego besarme, fue un beso lento y profundo al inicio, pero se fue tornando intenso, nuestras lenguas pasaron a ser parte, del mismo.

Sus manos bajaron a mis caderas hasta llegar a mi blusa, y con ayuda de ellas comenzó a subirla, sentí mi abdomen comprimirse ante su tacto, acariciaba mi piel con sus manos, con las cuales me tomo pegándome más a él para profundizar el beso.

El jodido besaba tan bien... pero debo parar esto ahora, acabo de dejar que Tom ganara de nuevo, que se siga riendo de mí, mis manos al fin despertaron y los separe de golpe.

-Listo vamos –dije aun con la respiración agitada-

Abrí la puerta y salí de la casa, lo había cortado en pleno beso... Sí, finalmente lo hice, hice sentir a Tom lo que yo sentí la noche que me beso por primera vez en la paya.

La pequeña sonrisa de satisfacción que se había impregnado en mi rostro despareció, al ver a Tom mover su moto, toque mis bolsillos, genial deje las llaves y las de mi moto arriba...

-Iremos ahí –dije asegurándolo más que preguntándolo-

-Sí –me dijo cortante-

Mierda, ahora tendré que ir con Tom, en la misma puta moto...

-Qué –había estado mirándome- te da miedo?

-No seas idiota Tom, tú me viste correr –su ira, se esfumo y una sonrisa pervertida apareció en su rostro-

-Entonces a que le temes –rio- a estar junto a mí?

-No –la verdad estar cerca de Tom no era una buena idea-

-Bueno, sube entonces –dude por un momento-

-Ok -dije subiéndome a sus espaldas- vamos

-Creo que deberías sostenerte –me sonrió mientras veía sobre su rostro-

-Crees que es la primera vez que voy atrás –su sonrisa creció y sus ojos se cerraron, conocía esa expresión estaba recordando algo- se cómo sostenerme –coloque mis manos en el asiento sosteniéndome de ahí- listo...

-Dejaras de resistirte –rodé los ojos; encendió la moto- ya lo veras...

Antes de TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora