Alas Negras, Palabras Negras

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Voy a aclarar de una vez, este capítulo también contendrá escenas algo violentas y retorcidas. Pero aún así será la bomba completamente, gente estamos llegando al climax de la historia, debo decirles que habrá bastantes verdad bien dichas para todo el mundo!!!!, ahora sin más... QUE ARDA TROYA!!!!.

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Nasiens recién estaba saliendo del burdel, aún se podían escuchar unos que otro grito dentro mientras el crujir de huesos y sonidos de gritos ahogados se escuchaban provenir del burdel. Con algo de fastidio y molestia, una pequeña llama se encendió en sus dedos, la pegó en una de las cortinas del local y mientras está empezó a arder rápidamente propagando el fuego por todas partes se acerco a las escaleras sentándose tranquilamente con una expresión aburrida. De a poco los gritos fueron cesando y ella solo mantenía su mirada algo perdida, hasta que todo ruido cesó... No quedaba más sonido que el de las llamas consumiendo todo el edificio y el calor abrasador que irradiaba el fuego tras de ella.

Vio sus manos y sus brazos cubiertos de sangre. Por un momento pensó en la cabeza del bebé... Paso un segundo hasta que levanto su mirada de sus propias manos ensangrentadas y vio al niño parado frente a ella, sonrió de una manera tierna solo un poco y extendió los brazos al niño para que se acercará a ella. El niño con cautela se acerco a la mujer que creía era su madre y la vio con sus grandes gemas verdes mientras está solo acariciaba un poco su mejilla dejándola con pequeños toques y salpicaduras del líquido rojo.

-Debemos darnos un baño... Tú estás muy sucio y yo estoy lleno de... Mierda.- nasiens vio al niño por unos segundos que no mostraba expresión ni hacia ruido alguno. -No repitas lo que yo. Los niños no deben decir malas palabras. Se olle y se ve muy, pero muy feo... ¿Entiendes?.- el pequeño asintió sin perder la mirada fija que tenía en el rostro de nasiens. Está se levantó y por un momento vio hacia el frente con su mirada perdida mientras tomaba la mano del pequeño niño. -Debes estar limpio pequeño... Vamos, quiero darte un baño.- con una sonrisa y las manos entrelazadas con el pequeño, nasiens emprendió viaje rumbo al castillo, pues nadie estaría tan loco para negarle la entrada.

Por desgracia en otra parte las cosas no iban tan bien, pues ahora estaban reunidos los siete... Bueno... Cinco pecados capitales y la mayoría de sus hijos, sin mencionar a algunas personas que tenían voz en el reino como lo eran Hendrickson y Tetis. Gawain por desgracia había confirmado que no contarán con su presencia, en su lugar enviaría a alguien importante a representarla... Y tal vez haya sido para mejor, pues la tención que se sentía en el aire era casi aplastante. Todos se miraban unos a otros, algunos sonriendo, otros de manera burlona, otros incluso tenían cara de pocos amigos, pero ninguno quería decir o hacer nada hasta que estuvieran todos. Y justamente ese toque en la puerta fue el que los sacó de su realidad.

Al oír el sonido de la puerta abrirse, todas las miradas estaban puestas en Zeldris y Gelda, quienes eran los únicos faltantes ya habían llegado. Pero ni así se disipó la tención.

Zeldris veía a todos a su alrededor verlo a el y a su esposa sin decir una palabra. -¿Que es esto, una fiesta o un entierro?.- dijo con una cara de pocos amigos mientras fue a uno de los asientos de la gran mesa del salón junto a su esposa y... Su casi hijo Percival, al que ni siquiera se molestó en mirar.

Percival intento saludar a sus padres adoptivos pero al momento fue interrumpido de inmediato por Zeldris. -Di una sola palabra y me largo de aquí... Vergüenza es lo único que me provocas.- Percival solo abrió sus ojos como platos y agachó la mirada con una expresión lúgubre. Zeldris vio a todos los demás en la sala y con una ademan de sus manos junto con una expresión de obviedad vio a todos. -Bien... Ustedes son el gran "Consejo" que organizo está reunión. ¡Entonces hablen!.- Gowther de mala gana se levantó de su asiento captando la atención de todos. -Muy bien he de empezar yo... Verán, todos fueron llamados aquí por un asunto de suma importancia...- Fue interrumpido al instante por King. -El bosque del rey hada ha sufrido un bajón terrible y extraño en él... Una extraña nieve se ha estado apoderando del bosque cada vez más. Sospecho que tiene que ver con eso, pero hay algo extraño en ella... No es... Natural. Se siente magia emanando de la nieve, como si fuera...- no pudo terminar su respuesta pues Meliodas lo completo. -Miasma... Como el que hay en el reino demoníaco.- King vio a Meliodas por un momento bastante confundido y asintió. -Exacto... Como si fuera miasma.- Ban fue quien tomó la palabra en ese instante. -Tambien lo he notado... Has estado pasando algo raro con Benwick, las hadas residentes en el han ido perdiendo su poder gradualmente. Algunas incluso perdieron la capacidad de volar. King mejor que nadie lo sabe, sin mencionar esa extraña sensación que me atormenta cada vez que voy a dormir... Estoy seguro de que no soy el único que lo siente, es como si... El cuerpo tuviera miedo de ya no despertar.- Zeldris veía todo con una mirada fría pero de inmediato pasó su vista a Gowther. Quién al parecer seguía parado esperando la oportunidad de continuar, sin mencionar que según Zeldris, el era el único que parecía saber de lo que hablaba. -Gowther. Curiosamente el miasma del reino demoníaco ha estado afectando de forma diferente a los demonios... Los vuelve... Débiles, su energía vital se extingue de a poco hasta que no queda nada más. Los demonios están aterrados y no saben ni que hacer.- Percival levanto la cabeza de inmediato al oír a Zeldris.

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