Sembrando...

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Como  cualquier otra noche,  siembras con tus besos parte de mi piel,

a la vez que las caricias de tus dedos dibujan sinsentidos   en mi espalda,

Tu voz  susurra - junto a mi oído-   tus deseos más íntimos…   

Y lentamente vas encendiendo los  volcanes  de pasión.

Pronto, mi cuerpo añora fundirse junto al tuyo;

cierro los ojos mientras  escucho tu respiración agitada,

y un dulce soplo,  que emana de tu boca, consigue erizar cada poro de mi piel.

Ahora ya es tarde, amor, me aferro a ti con deseos de tenerte.

Ávidamente, tus carnosos labios devoran mi vientre…

hasta que noto como  tu fuerza inunda lo más profundo de mi ser

al tiempo que  nuestras caderas cabalgan como potros desbocados

y con energía  nos impulsan  hacia un lugar más allá del cielo.

En ese preciso  instante se detiene el tiempo,

sin nada más en el mundo que llegue a importar.

Todo queda inundado por un  sentimiento eterno,

ese que hace brotar la vida…, ese que alimenta sueños….

Ahora amor, ya somos uno.

Los lazos del placer ataron nuestros corazones

bien fuerte, bien prietos…

para que nada ni nadie nos llegue a separar.

Inma Flores © marzo 2012

Amor y desamor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora