Llegué. Cansada
de flotar a la deriva,
de esperar que las corrientes
me llevasen a buen puerto.
Llegué. Dolida
por lo escuchado en otros labios
mientras intentaba descubrir verdades,
deseos, miedos de otras almas.
Llegué. Vacía
pues en otros no hallé lo que esperaba;
lo que a unos llena deja vacíos en otros,
y mucha vida costó entender la encrucijada.
Llegué. Respiré profundo,
rebusqué mi esencia y descubrí
que había sido para todos, menos para mí,
completé otros sueños con trozos de los míos, despedazados.
Llegué. Lloré
para limpiar el alma, para limpiar recuerdos,
para ordenar mi alma, mi casa, mi credo
que quedó en silencio mientras se orientaba.
Llegué. Comencé de nuevo
en el mismo cuarto, en la misma casa, en el mismo mundo
pero sin grilletes puestos, ni rancios, ni prietos,
¡sin grilletes, amo…, sin grilletes!
Me fui, aún permaneciendo en la misma estancia,
pues brotaron alas, se rompieron sueños,
dejé de buscar razones, motivos que no existieron,
ni causas, ni pretensiones.
Ya no estoy clavada en un sentimiento,
me brotaron alas… me brotaron sueños,
me brotó de nuevo la paz y el silencio.
Ahora callo, mis ojos cierro,
vuelvo a ser yo, mi peso aligero
de excusas, de causas, de tristezas y miedos.
Altiva y feliz, sonrisas y pecho
eso es lo que muestro,
lo que siempre fui, lo que siempre anhelo.
Adiós, adiós amo, hombre triste, carcelero…
Irene Bulio. © 27.12.13
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Amor y desamor.
PoetryUna serie de poemas recopilados durante varias etapas de una vida. A veces un corazón enamorado, otras uno dolido, quizás pueda aparecer despechado, pero, sobre todo, un simple corazón.