8|Llamas Abrasadoras.

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Mis ojos comienzan a abrirse y se acostumbran a la insípida luz que generan sombras en la oscuridad. El olor a pino se siente mas cercano a mi. Estoy en el bosque, es evidente que estoy atada a un árbol. Intento mover mis brazos, pero un fuerte ardor en mi brazo izquierdo hace que sea imposible. Que diablos? Mi blusa está rasgada justo en mi hombro, y estoy herida. Parece ser una... mordida?
Dios estoy tan confusa. La herida aún esta intacta y abierta.

Unas ramas se rompen detrás de mi, pero me es imposible ver. Son mas de uno.

Alguien se acerca y se arrodilla delante de mi.

- ¿Isa? - no lo podía creer. Se notaba preocupada y me miraba como si me conociera.- ¿Que esta sucediendo?- susurré mas para mi que para ella.

- Aun sigues herida y normal. Como es posible? - me observaba como si no creyese lo que veía.

- Me gustaría que respondieras mi pregunta antes de formular las tuya- dije mientras ladeba la cabeza. Me dolía horrores. Ella intento oprimir una sonrisa y bufó.

- Pero si hasta en estas situaciones te pones graciosa- la voz de Paul se escuchó detrás mio.

- Tengo chispa- dije fuerte. Se acercó y se puso junto a Isa. - Ahora elijan, ¿Quien me desatará?- se miraron entre sí y ninguno me contestó- ¿Y bien?-

- No podemos- aclaro Paul.

- Eso es absurdo, desatame ahora- mi voz sonó cansada y aburrida. Mientras mis manos intentaban buscar la forma de destarse.

- He dicho que no- sentenció. Cadena de aluminio. Seria difícil, se hallaba jodidamente apretada.

- Dios- bufé - Te pareces a mi padre - Seria solo un tirón y...

- Yo que tu no lo haría - ese no era Paul. Una voz grave y algo conocida se acercaba - Para escapar tendrías que matarlos y eso no lo harías - afloje mi agarre. Tenia razón - Eso - se acercó mas a mi y lo vi. Un chico de unos dos años más que yo se ayaba frente a mí. Era alto en verdad, tenia una contextura atlética, hombros anchos y tez bronceada. Su cara era hermosa, rasgos salvajes pero siertamente elegantes. Sus ojos eran verdes, o miel. No podría saberlo en esta obscuridad. Mostraba una expresión despreocupada, pero su postura lo delataba, estaba alerta.- Que no los engañe- le dijo a Isa y a Paul. Bufé. Por favor.

- Ya, dejala - le dijo Isa rodando los ojos. El simplemente la ignoró y se posicionó delante mío.

- Aún sigues herida - dijo. Alargó la mano para tocar mi brazo, pero me sacudí.

- No me digas- le escupí enojada. Estaba furiosa quien se creía que era? Por más bueno que estubiece no le creía nada.- Porqué me tienen atada? ¡¿Y quien diablos me a mordido?!- exclamé.

- Cuanto creías que duraria?- soltó.
Dios esos ojos. Calla Serena, concentrate!

- De que hablas?- cuantos eran?

- Abriré tu mente- dijo - Una familia se muda a un pueblo en el medio de la nada. Que extraño no? Aún más cuando están en una buena posición social.- me miraba directamente a los ojos. Isa tenía agachada la cabeza, se la veía decepcionada.- Padre e hija- se levantó- debo admitir que eso me desorientó, aún más con el parecido, es imposible que fuese verdad. Pero luego al ver su piel, tan pálida y sin color. Una belleza sobrenatural.- Mi respiración se aceleró una décima y mi corazón se movió más rápido.- Luego eso- dijo señalando mi pecho.- Late - susurró. Cerre mis ojos, por un segundo. Donde estaba?. - Y ahora esto - acercó su mano a mi brazo - Sangra. No sé como lo haces, pero no dudes quenlo averiguaré. No confió en ti. - dijo, aunque es sus ojos no vi maldad.

- Eso es todo? Atarme para contarme una historia ridícula? Era necesario herirme?- le dije con la misma indiferencia que antes.

- A sido suficiente- Dijo Paul, se lo agradecí con mi mirada. - Desata la Alex-

Alex, Alex...... Alex.

Mi temperatura comenzó a subir y subir. Mi corazón a latir y latir. Mi respiración se agitó, y como si se tratace de papel, las cadenas se rompieron y cayeron a un costado. Me levante de un salto. Estaba a punto de lanzarme sobre el. El dueño del nombre que había salido de la boca de Isa antes de que cayera inconsciente. Aquel que me mordió.

Pero no. Alex se posicionó delante de Isa. Sus ojos sorprendidos me hicieron caer en cuenta de lo que había hecho. Me mostré. Me mostré de una forma totalmente agena a mi. Seguía siendo yo por fuera, pero por dentro algo se despertó.

Me tiré al suelo. Estaba agotada. Mi brazo ardía horriblemente. Derrepente tenía frío. Sudor caía de mi frente y corazón comenzó a latir cada vez más lento.

- ¿Serena?- se acercó Isa- Serena que te sucede?- la preocupación en su voz era notable. Mis ojos comenzaron a pesarme. Tenía sueño.

-No te duermas- oí a Paul.

Unos fuertes brazon me levantaron del suelo y me envolvieron. Parecía que entiece envuelta en llamas. Era un linda sensación.

- Llevemosla donde Kira - una profunda voz salió de entre las llamas que me envolvían.

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Hola a tod@s

Acá les dejó otro capítulo.

Un abrazo grande.

AR•

Multimedia: Alex.

Híbrida: ReclamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora