Capítulo V.- Espuma de un sueño

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Sin romper aquel beso, ella guió lo hasta la cama. Suguru se sentó, y ella se acomodó sobre él, sus brazos rodearon su cintura como si no quisiera dejar la ir.

—(...), yo... n..no estoy seguro — dijo Suguru, separándose apenas para respirar — Esto... no está bien —

—Solo déjate llevar Suguru — respondió (...), para luego volver a besarle. Esta vez con más intensidad —

Sus bocas se encontraron en un beso profundo y él deslizó el lazo que sujetaba su bata, dejándolo caer suavemente. Con delicadeza, Suguru rozó sus labios en el contorno de su cuello y hombros, (...) echó la cabeza hacia atrás, dándole acceso.

La cercanía de sus cuerpos encendía en momento, y sus suspiros quedaban entrelazados en el aire, en una mezcla de deseo y complicidad.

—Su...Suguru — gimió (...), mientras entrelazaba sus dedos en el cabello de él —

Suguru dejó caer en la cama un tanto mareado, su vista estaba algo borrosa era como si no tuviera control de su cuerpo. Pudo percibir a (...), esta vez ella tomaría el control puso sus manos sobre su cadera guiando sus movimientos mientras se entregaban el uno al otro.

—¿Suguru? ¿Estas despierto? —

La voz de (...) resonó, Geto despertó exaltado miró a su compañera estaba frente a él... Todo había sido un sueño.

—Me duele la cabeza —se quejó Geto mientras se sentaba en la cama —

—Me adelantaré a desayunar, te espero en la recepción — (...) sonrió y salió de la habitación —

—¿Que carajo paso? —

Suguru se llevó una mano a la frente, todavía algo aturdido, estaba intentando encontrar una explicación que había sido real y que no. La sensación de su sueño fue demasiado vivida que aún podía recordar el suave roce de su piel y la intensidad de sus miradas. Ahora todo eso se desvanecía como niebla en la mañana.

—¿De verdad.... Todo fue un sueño? —murmuró para sí mismo mientras veía la botella de champán vacía en el suelo —

Tomó una larga ducha mientras intentaba recordar más de lo que había pasado la noche anterior, pero todo en su mente estaba borroso. Lo último que recordaba era haber compartido un par de copas con ella y las sonrisa cómplice que compartieron antes de besarse.

Un leve rubor cubría su rostro al recordar algunos detalles.

—Suguru, te estás volviendo loco — dijo en voz baja, mientras salía de la ducha —

Se vistió lentamente, sus pensamientos aún eran invadidos por la imagen de ella en su sueño. Sacudió su cabeza, intentando dejar a un lado lo que acababa de imaginar. "Fue solo el champán", se dijo a sí mismo, aunque algo en su pecho le decía el deseo no solo era efecto de la bebida.

Bajo a la recepción donde (...) lo esperaba pacientemente. Al verlo llegar le dedicó una sonrisa cálida, y por un instante, Suguru se sintió atrapado en esa mirada.

—¿Todo bien? — preguntó (...) al notar su expresión distraída —

Suguru asintió rápidamente, apartando esos pensamientos.

—Si, si... Solo tuve un sueño extraño... Eso es todo —

Ella lo miró divertida, arqueando la ceja — ¿Un sueño interesante? —

Suguru soltó una risa un tanto nerviosa —Digamos que... si, podría decirse que lo fue — respondió sin atreverse a mirarla —

Mientras caminaban juntos al comedor, él no pudo evitar seguir pensando en aquel sueño. Quizá su mejor amigo tenía razón y aún se sentía atraído por ella, sin embargo por ahora no estaba dispuesto a admitir lo que sentía.

Tomaron asiento en una esquina del comedor, aislados de los pocos huéspedes que se encontraban ahí. Aunque el ambiente era tranquilo, la tensión entre ellos era palpable.

—Bien, según la información que nos proporcionó el director el líder de la secta se hace llamar el administrador — (...) puso sobre la mesa las pocas fotografías del hombre — Es muy precavido en cuanto a las personas que entran a la secta, sin embargo sigue siendo un hombre y tiene una debilidad suele seleccionar a nuevas "concubinas" durante un evento de bienvenida para los iniciados —

Suguru escuchaba atentamente a su compañera mientras bebía un expreso.

—Ahí es donde entro en juego —

—¿Estás segura de eso? Si logras infiltrarte como una de sus concubinas, estarás demasiado expuesta — Geto frunció el ceño, claramente no le agradaba la idea —

—Me temo que no tenemos otra opción, a las mujeres les es más fácil entrar a diferencia de los hombres — replicó (...) con calma —Si lo conseguimos lograremos obtener la información necesaria y la ubicación de sus rituales —

—(...) hace menos de una semana estabas aterrada por la misión — dijo Geto, denotando la extraña fascinación por la misión—

—Claro que estoy aterrada, pero esto de la infiltración y manipulación es lo mío — sonrió sin apartar la mirada —

Suguru asintió no muy convencido, parecía tenso. (...) tenía razón, pero la idea de dejarla sola a su suerte no le convencía del todo.

—Bien, entonces tenemos que asegurarnos de tener todo bajo control.— sacó una libreta y comenzó a apuntar los detalles —


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Veneno y Miel (Gojo x lectora x Geto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora