Capítulo IV.- Entre copas y miradas

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—Bienvenida, linda — Mei Mei sonrió —

—No puedo creer que le haya permitido tanto. Debiste despertarme de inmediato — le recriminó (...) —

—Tú otra yo a veces puede ser muy pasiva — respondió Mei Mei — Me prohibió traerte de vuelta —

—Mi otra personalidad es tan ingenua, pero ahora eso no importa — se levantó de la cama — Yo tengo el control —

—Es tu oportunidad, estarás mucho tiempo a solas con Suguru Geto —

—Espero que no sea demasiado difícil —

—Estoy segura de que lo lograrás—sonrió Mei Mei —

Mei Mei un tanto cansada de la actitud tan sumisa de (...), había decidido traer de vuelta a esa parte maligna de su amiga.

Un par de días después, la misión de (...) y Suguru se habia puesto en marcha. Se encontraban en el tren esperando llegar a la posada que se hospedarían.

—Has estado muy callada. ¿Está todo bien? — preguntó Geto con una sonrisa en el rostro —

—Si, solo estoy algo nerviosa — dijo (...) entre risas —Me da algo de miedo ese lugar, no estamos ni cerca y miles de voces retumban en mi cabeza —

—Puedes estar tranquila, yo me encargaré del trabajo sucio —

—Gracias, eres muy amable — devolvió la sonrisa —

—Puedo preguntar algo -

—Claro, está bien —

—¿Cómo has estado después de terminar con ya sabes quién? — preguntó intrigado, pues su mejor amigo ya no había querido tocar el tema —

—Fue demasiado duro para mí, si Mei Mei no hubiera estado ahí nose que hubiera pasado — Suspiró y miró por la ventana. Esa confesión era sincera —

—Lamentó que se haya portado así contigo — Sujeto la mano de (...) intentando reconfortarla — Es mi amigo, pero no ha podido controlarse en cuanto a mujeres hablamos... Veo difícil que tenga una relación seria —

—Podrá sonar algo loco pero volvió a buscarme. Aunque no sonaba muy arrepentido por lo que hizo—

—Satoru volvió a buscarte —preguntó sorprendido, pues despues de hablar con él había dicho que no iba a rogarle a (...) —

—Ya casi llegamos — dijo (...) intentando cambiar el tema de conversación —

Tras bajar del tren tomaron un taxi, que los dejó frente a una posada un tanto tétrica. El exterior era muy feo, sin embargo, las apariencias engañan. Por dentro era un lindo lugar moderno, limpio y seguro.

—Por ahora solo podemos entregar una de las habitaciones — dijo la recepcionista un tanto apenada — Tuvimos un problema con uno de los inquilinos, puedo ofrecerles una habitación con cama matrimonial —

(...) miro a Geto esperando una respuesta

—Mañana tendrá disponible la otra habitación — preguntó Suguru —

—Me temo que no es seguro, señor —

—Está bien, tomaremos la habitación —

Veneno y Miel (Gojo x lectora x Geto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora