Ese día me había tocado trabajar hasta tarde, lo único que quería era salir e ir a ver a Álvaro, ya lo extrañaba, debido al horario que tenía, no lo había visto en semanas, incluso podría decir que no sabía nada de él y eso me preocupaba bastante.
Al fin había terminado todos los papeles pendientes que tenía, por fin podría irme a descansar, antes de salir de la oficina saqué mi celular del bolsillo inferior de mi chaqueta, lo encendí y revisé las notificaciones, tenía una llamada perdida de Álvaro, marqué su número, mientras esperaba a que contestara caminé hacia mi vehículo, hasta que él contestó.
-Hola, amor- Saludé feliz. -¿Cómo estai, mi flaco?- Dije con una sonrisa inconsciente.
-Hola, lindo- Saludó de vuelta. -Bien, ¿Tú?- Devolvió la pregunta.
-Bien, acabo de salir de trabajar, estoy muerto- Habló con cierta exageración.
-Pucha, quería preguntarte si querías venir a mi casa, hace semanas que no te veo- Dijo desanimado.
-No te preocupes, dame algunos minutos y ahí estaré, te amo, besos- Habló Durán. López se despidió, colgó la llamada y apagó su celular.
Antes de subir al vehículo compré un ramo de flores y una botella de vino dulce, ya que a Álvaro le encantaban las bebidas con cierto dulzor, lo hacían sentir tranquilo de cierta manera, además, no quería llegar a su casa con las manos vacías.
Del bolsillo de mi pantalón saqué las llaves del auto, me subí y comenzó el trayecto hasta la casa de Álvaro.
Pasaron 15 minutos aproximadamente, cuando llegué a la casa de mi pareja.
Estaba frente a la puerta. Toqué el timbre y esperé a que abriera.Pasaron algunos segundos cuando escuché un; "Ya voy" con voz áspera, característica que solo Álvaro tenía, al menos a mí parecer. Cuando abrió la puerta y me vió, se abalanzó sobre mí y me atrapó en un tierno y caluroso abrazo, él me dió un ligero beso en el cuello, lo cual provocó que un escalofrío recorriera mi espalda de forma rápida.
-¿Cómo estás, flaco?- Pregunté. Luego le di un beso suave en sus labios, vaya que los extrañaba. -Te traje un regalito- Le entregué las flores y la botella de bebida alcohólica.
-Bien, pero ahora que estoy contigo mucho mejor- Coqueteó y recibió las cosas, luego me miró. -Gracias, no hacía falta- Dijo dándome un beso en la mejilla. -Pasa, hace frío afuera- Dijo adentrándose en su casa, lo seguí y cerré la puerta una vez adentro.
Álvaro me llevó hasta la cocina. -Huele muy bien- Dije al percibir el exquisito aroma que salía de la cocina. López besó mi mejilla.
-Últimamente no te he visto ni la punta de la nariz- Dijo revolviendo la comida dentro de la olla con una cuchara de palo. -Mira, entiendo que debes trabajar y todo eso, pero no nos hemos visto en semanas Mauri- Dijo el menor con un tono de voz triste.
-Lo sé, pero he estado terminando algunos pendientes, entre otras cosas- Dije sirviéndome un poco de agua en un vaso. Lo dejé sobre la mesa y me acerqué a López -También te he extrañado mucho- Me puse detrás de él y lo abracé por la cintura.
-Yo también te necesito Mauri, no solo tu trabajo- Dijo echándole algunas especias a la comida. -Además tu cara me dice que no has dormido en días, también estás más flaco- Dijo serio.
-¿Qué estás preparando? Huele muy bien- Traté de cambiar el tema, pero López no me dejó.
-Mauricio, no me cambies el tema, te conozco desde hace años, no me mientas- Dijo Álvaro algo molesto. -¿Cómo explicas el hecho de que estás más delgado?- Se dió vuelta y me miró fijamente a los ojos, vaya que Alvarito odiaba las mentiras.
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Breves Historias. Los Bunkers
RomanceEsta historia es con el fin de entretener y ojalá no ofender a nadie. Son solo fanfics.