Checo y Max tendrán algo importante que atravesar, ahora que el mexicano está a la espera de su primero hijo.
Las nuevas aventuras que tendrán que afrontar tanto el holandés como el mexicano y claro, el resto de sus amigos y familiares.
• Todos lo...
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Es el primer Halloween de Pato en Estados Unidos, sus padres habían corrido el fin de semana, pero tuvieron la suerte de que Halloween cayera un jueves, el día perfecto para que ambos fueran con su hijo a pedir dulces. Tenían la suerte de poder pasarla con George y Lewis, la pequeña Aisha estaría ayudando a Pato a pedir dulces y que no cayera en las trampas de los niños más grandes.
—¡No quiero! —Pero no todo sale como una planea, el niño de ahora cinco años, había escogido un disfraz muy bonito, dicho por sus tíos y sus padres, pero algo salió mal cuando se lo estaba poniendo.
—Pato —Max podía escuchar a su esposo e hijo gritar desde su habitación en donde se estaban quedando, así que dejó lo que estaba haciendo (preparar su disfraz).
—Hey, hey ¿qué pasa? —Reaccionó a tiempo cuando vio que algo salía volando hacía su cara, era parte del disfraz de Pato.
—Pato, ten más cuidado —Miró a su hijo y luego volteó a donde estaba su esposo.
—Ik wil dit stomme kostuum niet —El menor dejó su traje en el suelo y se fue a encerrar al pequeño armario de su habitación.
—Pato, cuida esa boca —Checo le llamó la atención y miró a su esposo, soltó un suspiro calmándose y levantó el disfraz del suelo. —, lo siento—
—No, tú no tienes porque disculparte, ¿qué pasó? —Se acercó a él y lo tomó de los hombros para hacer que pudiera calmarse, Checo miró hacía el armario en donde su hijo estaba ocultándose y luego miró a su esposo.
—Se rompió el disfraz, le dije que podía arreglarlo, pero parece que la idea no le gustó del todo —Le enseñó el disfraz a su esposo y vio la parte ropa que le había mencionado su esposo.
—Oh ya veo, eso lo alteró un poco —Los dos han notado, con el pasar de los años, que su hijo tiene un temperamento algo parecido al de Max cuando sus emociones lo abarcan en gran escala (se emociona mucho o se enoja mucho), no es que no tengan cuidado, solo que a veces es muy difícil controlar lo que sucederá.
—Traté de solucionarlo, pero no funcionó, quiero hacer algo Max, pero no sé que hacer —Max lo abrazó con fuerza, sabe que en esas últimas semanas su esposo se ha sentido algo hormonal, por ponerlo de esa forma, lo relaciona con el tratamiento que está tomando, pero no quiere sacar conclusiones.
—Yo me encargo, ve a darte un baño y en cuanto salgas, verás que Pato ya tendrá su disfraz puesto —Le dio un beso en la frente y esperó a que saliera de la habitación de su hijo. —, papá ya se fue, puedes salir—
Esperó unos segundos hasta que su hijo por fin salió del pequeño armario, se acercó a su padre limpiando sus lágrimas, Max lo cargó y lo abrazó esperando que se calmara por completo. Algo que aprendió con el paso del tiempo, fue a no invalidar las emociones de su hijo, si quiere llorar, lo deja, si se enoja, deja que reaccione, si está feliz, deja que lo haga a su manera, siempre y cuando no lastime a nadie y ni a él mismo, es un niño, pero no por eso no deben importar sus emociones.
