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UN DIA CUALQUIERA

Ace

Disfrutando del cálido abrazo del sol saliente sobre mi cara, recuerdo el día anterior y solo puedo sentir frustración lo único que hice fue llorar y evitar que rompieran el cascarón de mi hermana o hermano.

Volteo a mirar a mi papá adoptivo, el hizo que todos los marinos se fueran, simplemente con su presencia.

Mi abuelo dijo que solo se retiraron por qué no querían enfrentar a dos emperadores, y solo por eso huyeron, estar en sus brazos me hizo sentir protegido, no lo entiendo antes no necesitaba nada de eso pero ahora no puedo ir a ningún lado si no tengo su aprobación, incluso ahora le estoy haciendo ojitos de perrito pateado para que me deje ir a jugar a la isla.

Shanks: no Ace - apartando la mirada - a penas ayer fueron atacados por un Marín loco, no tienen permiso para ir a jugar

Ace: pero - hace un puchero - es aburrido - se cruza de Brazos-

Shanks: lo sé pero no sé puede hacer nada - trata de cargarlo -

Ace: no es justo - se va corriendo -

Shanks: - suspira- la paternidad es difícil

Benn: necesito un trago y una bala - cargando su arma -

Shanks: que? - voltea a mirar a Benn -

Benn: estás siendo maduro y responsable - enciende un cigarro - no es el orden natural de las cosas

Izou: concuerdo con el - extiende su abanico -¿ te sientes bien?

Shanks: exageras - sonríe -

Deje de escuchar después de eso , regresando con mis hermanos pequeños, recuerdo que todo empezó con la adopción, desde ese momento todo cambió.

Recuerdo ese tiempo solo eramos los tres, solos y abandonados, el hambre más el frío, más de una vez pensé que moriría por culpa de los bandidos y luego llegó Sabo era más pequeño y tenía una peste a muerte pegada, no se que cosa hizo el abuelo pero le quitó ese horrible aroma haciendo agradable estar con el, pero pocos minutos después se volvió su hermanito por adopción, apegandose a el  como lo más valioso.

Sabo se volvió su precioso tesoro y como buen pirata, lo cuidaba, tuvo noches sin descanso por las pesadillas del más joven sin saber que hacer exactamente después de todo era un niño cuidando a otro niño, pero hacia lo que podía, no peleaba la comida con los bandidos pero cuando el llegó, necesitaba alimentarlo para que no se enfermara y mantener a los bandidos a ralla, en las noches frías se abrazaban para tener calor del otro.

Cuidaba del más joven como el hermano mayor que es, se aseguraba que nada faltará, lo vio crecer junto a el ver cómo sus mejillas se hacían regordetas su rubio cabello se ondeaba mientras crecía ( desprecio eso ) y lo educó en combate para que pudiera defenderse.

Después llegó Luffy, poco a poco se íntegro, como si nada a su pequeño círculo, aún si de buenas lo habían aceptado cuando nadie se lo pidiera, tardo al menos un mes antes de aceptar a Luffy y lo empecé a cuidar como a Sabo como mi hermano pequeño.

Pero regresa mi pregunta, ¿ Por qué dejo de hacer todo y solo se sienta a llorar? No lo entiendo.

Entro al nido con mucho cuidado y miro a mis preciosos hermanitos durmiendo tranquilamente acurrucados cerca del huevo.

Los miro fijamente y acaricio suavemente sus cabellos, enredo mis dedos con los mechones de oro de Sabo y los suaves de oxidiana de Luffy, no puedo evitar sonreír con los pocos granos de sal enredados entre los sus suaves mechones de pelo.

Hermanos + Monstruos  (ASL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora