Las noches siempre tienen un encanto distinto en el estudio, especialmente cuando la ciudad duerme y el único sonido es el suave zumbido de la calefacción. Me encuentro ajustando los detalles finales para la clase, con la luz tenue y el aroma de las velas de lavanda esparciéndose por el espacio. Esta vez, he colocado algunas flores frescas en un pequeño jarrón junto al equipo de sonido, esperando que ayuden a crear un ambiente más acogedor. Son casi las diez cuando el timbre suena.
Al abrir la puerta, Mina me recibe con una ligera inclinación de cabeza. Lleva una expresión tranquila, pero hay algo en su postura que revela cierta rigidez, como si estuviera sosteniendo más de lo que parece. Su ropa de ballet es negra, elegante, pero noto que ha escogido prendas más holgadas de lo habitual.
—Buenas noches, Mina —la saludo suavemente—¿Lista para nuestra primera clase formal?
—Sí... eso creo —responde, jugueteando con el borde de su chaqueta—Aunque estoy un poco nerviosa.
—Es completamente normal —le aseguro mientras cierro la puerta—¿Te parece si empezamos con algo simple?
Ella asiente, algo distraída.
—Gracias por abrirme este espacio, ____. Realmente lo aprecio. No muchas personas... entienden.
—Es un placer. —Le ofrezco una sonrisa para tranquilizarla—Hoy trabajaremos movimientos sencillos, nada que te presione. Solo fluiremos con la música. ¿Has podido calentar un poco antes de venir?
—Intenté hacer algunos estiramientos en casa, pero... —se detiene, como si dudara en continuar.
—¿Pero...?
—Me sentí observada. Incluso en mi propia habitación.
Asiento comprensivamente.
—Aquí estás segura, Mina. Solo somos tú, yo y la música.
Mina asiente y se coloca en el centro del estudio, observando su reflejo en el espejo con una mezcla de nostalgia y aprensión. Al comenzar con un calentamiento ligero, noto que su respiración es superficial, apresurada. Sus hombros se tensan de forma involuntaria, y su mirada parece perderse en algún lugar lejano.
—¿Prefieres que cubra los espejos? —pregunto suavemente.
Ella parece sorprendida por la oferta. —¿Se puede hacer eso?
—Por supuesto. A veces, vernos demasiado puede distraernos de sentir el movimiento.
—No, está bien... creo que necesito enfrentarme a esto.
Me acerco a ella sin hacer ruido, colocándome a su lado.
—Vamos despacio, Mina —digo en voz baja—Aquí no hay prisa. Empecemos con la respiración. ¿Te parece?
Ella asiente nuevamente, pero veo que su respiración sigue rápida, irregular. Sus manos tiemblan ligeramente mientras intenta mantener la primera posición. Me doy cuenta de que está luchando contra algo más que la falta de práctica.
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FEEL SPECIAL [Mina x tu]
FanfictionKim _____ una profesora de danza clásica y dueña de su estudio, dedicada a impartir clases privadas donde la precisión y la delicadeza del ballet crean un refugio silencioso. Un día, Mina, una joven que alguna vez brilló en el mundo del ballet, apar...