Soltar-Rubegetta

Labios adictivos

Continuamos con Abril, un mini viaje a la capital para visitar a Mangel, quien estaba enfermito y lo habían trasladado a un hospital. Verlo después de semanas me llenó de alegría, ya que se veía mucho mejor.

Mientras tanto, seguía hablando por chat con Rubén. Cometimos el error de empezar a tomar un tono más íntimo en nuestras conversaciones, ¿Cual era su mayor fantasia? ¿A que edad tendria su primera vez? son algunas preguntas que encontrabas en ese chat. Las consecuencias de esa conversaciones se hicieron evidentes al regresar a mi ciudad. Me explico, tenía unas clases de matemáticas en el centro, y Rubén tenía que comprar algunas cosas. Al terminar, le dije a mi madre que iría caminando.

Nos encontramos con Rubén, quien me acompañó a casa. Pensando que mis padres estaban allí, nos despedimos y él se fue. Sin embargo, al subir, me di cuenta de que no había nadie en casa. Una idea loca se cruzó por mi mente: "¿Puedes venir?" le escribí por chat. "Sí," respondió rápidamente. Ansioso, esperé su llegada.

Poco después, recibí un mensaje: "Estoy abajo." Salí corriendo y al verlo, me sorprendió su aspecto: el cabello revuelto, los ojos cerrados y la respiración agitada. "Vine corriendo," dijo, y mi corazón se aceleró, me tomo de la cintura y cerraba la puerta, yo habia enrollado mis brazos en su cuello al ser él alto me pare de puntitas. Peligrosamente aproximo mis labios, cerre los ojos y comenzo, el exquisito beso, lento y dulce, sin malas intenciones. Sin embargo los cuerpos empezaron a chocar con eso el hambre empezo aparecer, nos separamos para dar un respiro, sin embargo despues de probarlos no quise parar, juntamos los labios pero esta vez mas necesitado, las manos de Ruben bajaron hasta llegar al culo, "¿Puedo?" asenti mientras me envolvia en su olor, el comenzo a apretar un suspiro salio de mi boca interrumpiendo el beso que se habia vuelto de dulce a lascivo, estaba tentando al diablo y no me daba cuenta.