Solo me buscabas para eso?

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Desde ese día, Rubén hacía un esfuerzo por verme aunque fuera solo unos minutos antes de ir a entrenar. Esos encuentros eran pequeños momentos que esperába con ansias, donde solo me bastaba estar juntos y compartir una sesión de besos, aunque senti intenciones mas sexsuales, decidi ignorarlo, solo quería estar cerca, aunque fuera por un rato.

Hasta que un día, durante uno de esos encuentros en la puerta como de costumbre, escuchamos el sonido de alguien metiendo la llave en la cerradura nos miramos a los ojos con terror, "Tu mamá?" pregunto, no respondi y lo jale de la mano hasta mi pieza, "Quedate aqui, no te muevas", salí para ver quien era, efectivamente era mi madre, pensamientos empezaron a intalarse en mi cabeza "Lo dejaste entrar a tu casa", "tu cuarto esta desordenado", Entonces, la voz de mi madre interrumpió mis pensamientos: "Voy a salir, solo vine a dejar esto".

Solo asentí y me dirigí a mi habitación. "Se va a ir", susurré con alivio al entrar y verlo ahí, completamente erguido, con el miedo reflejado en sus ojos. Por algún motivo, esa expresión me pareció tierna.

"Te ves adorable", dije sin pensar.

"Gracioso", respondió él, esbozando una sonrisa nerviosa. "Nos pudo haber atrapado".

Escuchamos la puerta cerrarse, y el aire volvió a escaparse de nuestros pulmones. Me acerqué a él, sintiendo cómo la tensión se disolvía entre nosotros, y sin poder resistirme, Lo besé, y él devolvió el gesto, tomando mi cadera y acercándome más a su cuerpo. Entrelacé mis dedos en su cabello, sus labios empezaron a bajar por mi cuello dejando un cosquilleo, sus traviesos dedos se intentaron colar en mi pantalon, "Puedo?" pregunto mirando mi entrepierna, nuevamente cai al ver sus ojos, acepte.

Una bella sonrisa se formo en sus labios, "Te amo" dijo y comezo a bombear mi miembro, sus manos calidas envolvian mi extension, cerre los ojos, los suspiros se escapaban de mis labios, con su otra mano fueron a mis pezones, los estrujaba, yo era un desastre no estaba pensando en nada, Ahí comenzó nuestra propia danza con el diablo, tan embriagadora como peligrosa.

Soltar-RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora