3.Cita no cita

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Pude volver a sentir que era el aire frío en mi piel, vuelvo a sostenerme fuerte del torso de Apolo. Quizás la Dafne de catorce años le esté volando la cabeza al ver que la Dafne de ahora está en una moto junto a Apolo.

Pero al fin al cabo solo es para ir segura ¿No?

La verdad es que, si me estoy muriendo de miedo, le he depositado toda mi confianza al chico que ni sabe que es una nota musical.

De verdad, le dije: «esto es una nota musical» y él me respondió: «¿La bolita con palos es una nota musical?»

Juro que en ese momento me quise reír con todas mis ganas, pero sabía que si lo hacía un chico se podría sentir mal.

—Llegamos, Ariel.

Y repetimos la misma acción de la tarde. Él baja primero, me quita el casco y luego me ayuda a bajar.

Miro el cartel que marca el nombre del lugar.

—¿Bob's?

—El lugar donde van todos los adolescentes ─dice Apolo.

—Las hamburguesas aquí son muy ricas, una vez vine con Josh a este lugar.

—¿Josh Wilson? ¿El capitán del equipo de fútbol?

—Sip, es muy buen chico.

—¿Son novios...?

Casi me río.

No, me reí. Solté una risa tan fuerte que las personas se giraron a vernos. Apolo me miraba con una cara como si me hubiera dicho una broma.

Bueno, la verdad que para mi si fue una completa broma.

—¿Qué da risa? —comenta algo serio.

—Qué... Josh... y yo...

Y otra risota, me había reído con tanta fuerza que ya me dolía el estómago.

—Apolo, Josh y yo somos amigos —digo cuando ya pude calmarme.

No sé si fue mi imaginación de enamorada, pero pude ver a Apolo suspirar de alivio.

Y aunque tratara de que mi pobre corazoncito no se ilusionara, era tarde, ya me había ilusionado y no sabía si esto era buena idea.

—Venga, vamos a comer que tengo mucha hambre.

Ambos nos adentramos en el restaurante, y joder. La última vez que entré a este lugar recuerdo que había menos personas, pero en cambio ahora estaba repleto de ellas.

¿Lo peor?

Era gente de nuestro instituto, estaban casi todos los malditos equipos de fútbol, baloncesto, las porristas.

O casualidad, Terry también estaba en el equipo de las porristas, y conociendo a Terry estaría en este lugar porque ella nunca, pero nunca se pierde una de sus celebraciones.

Mire a Apolo con una cara de terror.

—¿Apolo?

—¿Ariel?

—Creo que Terry está aquí.

—¿Le tienes miedo a Terry?

—Claro que no, lo que sí tengo miedo es que me vea con su novio y salga la Terry de las películas de terror.

Apolo me guío a una mesa libre y nos sentamos en ella.

—Terry y yo ya no estamos juntos, Dafne. Estate tranquila que la Terry de las películas de terror no saldrá.

Poco convencida, asiento con la cabeza.

No era cotilla, pero la intriga podía conmigo y por eso pregunte:

Las notas musicales que me llevaron a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora