𝖻𝖺𝖻𝗒 𝗈𝗇 𝗍𝗁𝖾 𝗐𝖺𝗒 | ★ 𝐸𝑛𝑧𝑢𝑙𝑖𝑎𝑛

7.

¿𝖢𝗂𝗇𝗊𝗎𝗂𝖾̀𝗆𝖾 𝗆𝗈𝗂𝗌, 𝗌𝗂 𝗏𝗂𝗍𝖾?

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—Dios.—Jadea con un suspiro de dolor Julián, quien en sus manos sostenía firmemente una pelota mediana en una postura de 90°.

Hacer yoga, y con una panza de ya 5 meses era un dolor de culo, también la tortura insoportable de su espalda lo estaba matando.

Se suponía que lo que hacía le iría a quitar el dolor, pero estaba equivocado. Que ganas de matar a Enzo Fernández y a su amigo hongo.

—Vamos futuras mamás, aguanten solo 15 segundos— Vicky, futura mamá de un segundo bebé y profesora era quien dictaba la clase—. Inhalen y exhalen. Tres, dos, y uno.—Sonríe en grande—. Pueden dejar la pelota hacia un lado, ahora vamos a posar todo el cuerpo en la colchoneta boca arriba con las piernas extendidas y vamos a tomar forma de un puente— Dicta mostrando el ejemplo de como hacer el ejercicio.

Por dios, ya quiero irme. Fernández que ganas de matarte a ti y a tu amigo. Sonríe entre dientes.

★★★

Una vez en casa, cierto cordobés caminaba vestido de un solo camisón color crema y sus calzoncillos negros quien se dirigía hacia la habitación de su bebé con botes de pinturas y sus brochas para terminar de colorear las dos paredes faltantes.

—Bueno bebé, vamos a terminar de ponerle color a estás feas paredes— Sobó su panza y se subió a la escalera sin más.

Por otro lado, Fernández quien salía del entrenamiento, se estaba encaminando a casa con mucho sueño y teniendo unas ganas de comer esa napolitana que le había pedido de antojo su novio.
Bajando del auto con las cosas, pudo escuchar desde la planta alta que se reproducía una canción de Maná "Bendita sea tu luz" y de paso también la voz de Julián.
Sin embargo, todo el cansancio y sueño que traía se les fue al sentir abruptamente el olor a pintura fresca por toda la casa al tener solo una ventana abierta. El olor era algo fuerte. Coloca las cosas sobre la mesa y persigue la voz de su pareja que venía de la habitación de su bebé.

—Mi vida, ya he— La voz de Enzo murió en cuanto vió la escena en que Julián estaba sentado en la escalera con un mezclador en su mano y sus hermosas piernas bronceadas estaban siendo manchadas por gotas de pintura que resbalaban del mezclador.

El alma de su cuerpo casi se escapa por la seductora y preocupante vista que tenía al frente.

Pero su cabeza le resonó: ¡Julián está encima de una escalera alta!

—Mi amor, llegaste. ¿Trajiste la napolitana que te he pedido?— Suelta sin preocupación Álvarez.

Pero Fernández sigue sin poder formular una palabra. Que alguien lo agarre que se desmaya.

—¡Julián Álvarez baja ya mismo de esas escaleras!— Corre inmediatamente hasta las escaleras para tomar las cosas que le pasaba Julián desde arriba.— Puta madre, amor no vuelvas a subir solo hasta allí, no ves que no estoy y estás pintando a una altura alta, ¿Y si te caes, mientras no estoy?!—

—Eres un exagerado amor, no estaba tan alto, y cuando subí las escaleras no dieron ningún problema—Deja salir unas risitas.

—Ven aquí.— Extiende sus brazos para sujetar con fuerza la cintura de él.— Ahora baja con cuidado.

Sin más Juli es rodeado por los fuertes de su novio y suelta pequeñas risas. A veces Fernández podía hacer un escándalo con lo más mínimo y hacerce el sobreprotector cuando quería nomás. Se acerca a la cara de Enzo para obsequiarle un beso de bienvenida pero Enzo corre la cara.

—¿Acabas de rechazar un beso mío, Enzo Fernández Jeremías?— Frunce indignado.

Enzo sigue con el ceño fruncido. Y Julián solo lo mira con algo de sorpresa.

—Más vale que me mires Enzo, hijo de tu madre. Mira que no estoy para tus babosadas.— Agarra su barbilla para que lo mirase.

Y el bonaerense hace un mohín.

—Perdón bebé, pero eres tú el que hace que me hagan salir las canas muy pronto y tengo 24 años.— Deposita un beso en la mejilla del otro.—¿Qué haces pintando tu solo? Te dije que la semana que viene iba a terminarlo. Jamás vuelvas a subirte a una escalera solo, mientras no estoy. ¿Entendido?—

—Sí señor, ahora terminemos de pintar y luego vayamos a comer mi apetito, ¿vale?—Besa repetidamente la nariz del otro.

—Bien, voy a cambiarme.—

Enzo apareció solamente con un short puesto y continuaron con el trabajo pendiente. La tarde se estaba pasando y la pareja estaba dando por fin terminado las paredes con más color. Ambos retrocedieron para apreciar el esfuerzo que habían hecho y sonrieron con triunfo.

—A comparación de los míos, bebé si que te luces en la pintura.— Admira Enzo los dibujos realistas de su amado.

—Gracias amor, los tuyos no están nada mal.—

—Acomodemos y lavemos las cosas y vamos a comer. Muero desde hace rato por comer esa napolitana—. El estómago de Jeremías ruge.

Álvarez mientras enjuaguaba las bochas tan concentrado que se sorprendió y rió al sentir la palma de su novio chocar su nalga y con algo más, pintura roja adornaba su redonda mejilla con su calzón.

—Enzo Fernández, ¡Me nalgeaste con pintura!— Se queja divertido mientras trataba de mirarse la parte trasera de su colita redonda.

—Marco lo que es mío.— Recalca con orgullo, y cruzaba los brazos.

Sin más Julián también hace lo mismo con ambas manos, agarra una brocha, pinta sus dos manos y corre detrás de Enzo quien trataba de protegerse riendo. El cordobés como venganza agarra también el trasero de su novio y deja marcadas sus manos.

—Estamos a mano.— Ambos ríen y se funden en un cálido beso. Pero las manos de Julián seguían con restos de pintura, dejando marcada también la cara de Enzo.
La risitas de Julián hicieron confundir al opuesto.

—Bebé sin querer manché tu carita con más pintura, Ji Ji Ji.

Ambos rieron por lo ocasionado, Enzo se agachó y cargó a Julián sorprendiendo al contrario.

—¿A dónde me llevas?—.

—No te vas a escapar de la ducha amor.—

El cordobés solo puede mirarlo con amor y soltar más risas, mientras era llevado hacia la ducha.

★★★

Buenasss buenasss, cómo andan?

He visto como me dejan sus mensajes de amor en mi tablero. Estoy muy agradecido por como me apoyan en mi pequeña obrita 😭

Espero les agrade la actualización y no olviden dejar su votito y compartir.

besitos en la cola a todos.

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