Luna | Kunsung

07

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Jisung miró el reloj de pared. 16:30 de la tarde… Kun debería estar pronto en casa. Parecía que se había ido hacía mucho tiempo, pero sólo habían pasado un par de horas. Jisung odiaba que él tuviera que salir a trabajar todos los días. Prefería que Kun se quedara en casa con él.

Comprendía que Kun tenía un trabajo qué hacer. Pero eso no significaba que tuviera que gustarle. Tener a Kun en casa con él le hacía sentirse seguro y protegido. También se sentía bastante seguro cuando Kun no estaba en casa. Sin embargo, se sentía mejor cuando tenía los fuertes brazos de Kun envolviéndole. Además de eso, el tener a Kun abrazándole, por lo general acababa en algo más íntimo. Jisung estaba sorprendido de lo mucho que le gustaba hacer el amor con Kun. No era que él pensara que no le iba a gustar, pero nunca había estado con nadie antes de Kun, y con toda esa cosa de tocar, nunca había imaginado que lo disfrutaría tanto.

Kun era muy… imaginativo. Hacía todo lo posible para asegurarse de que Jisung disfrutaba de todo lo que hicieran juntos. También parecía tener un apetito insaciable por Jisung, no era algo de lo que Jisung fuera a quejarse.

Apenas Kun entraba por la puerta ya estaba encima de Jisung. No parecía importarle lo que Jisung estuviera haciendo o en qué parte de la casa estuvieran. Si la habitación no tenía una superficie plana, Kun acababa llevándolo hasta el suelo para hacer el amor con él.

Después era casi igual de agradable. Kun no era el tipo de persona que hacía el amor y se iba enseguida. Después de hacer el amor a Jisung, le esperaban los abrazos, y ellos hablaban de sus días juntos. A Jisung le gustaban aquellos momentos íntimos, casi tanto como los sexuales.

Sus sentimientos por Kun fueron creciendo a pasos agigantados. Casi con miedo de lo mucho que dependía de él. Una parte de él tenía miedo de que si se involucraba demasiado, cuando el Profesor viniera a por él, lo destruiría.

Por otra parte, no parecía poder detener el crecimiento de sus sentimientos por Kun, sobre todo, porque podía sentir el afecto por él cada vez que se tocaban. Kun no hacía nada por ocultar sus crecientes sentimientos por él. De hecho, animaba a Jisung a usar sus habilidades para que supiera que le estaba diciendo la verdad cada vez que le decía que se alegraba de que se hubieran acoplado.

Jisung levantó la cabeza de la masa de pan que estaba amasando cuando oyó abrirse la puerta delantera. Su corazón dio un salto de alegría al darse cuenta de que Kun había vuelto a casa temprano. Jisung no podía creer que poco hacía falta para hacer su día perfecto.

Rápidamente, secándose las manos, se dirigió a la habitación de en frente. Se sintió un poco confundido cuando no encontró a Kun en la sala de estar, hasta que escuchó un ruido que venía de la oficina. Con una pequeña sonrisa, Jisung caminó hasta la puerta de la oficina.

Deteniéndose brevemente en la puerta, se sorprendió al ver un pelo oscuro extraño en la habitación. Tenía uno de los muebles de archivos de Kun abierto y estaba buscando algo en él. Jisung trató de mantener la respiración calmada cuando sintió el miedo llenándolo.

Él no sabía quién era ese hombre, pero él no tenía nada qué buscar en los archivos personales de Kun, o entrar en su casa sin invitación. Kun no le había dicho que alguien fuera a acercarse a casa, por lo que ese hombre, definitivamente, no había sido invitado.

Jisung se coló sigilosamente en la habitación, cogiendo una pequeña estatua de un lobo de encima del aparador, caminó detrás del hombre. Lo más silenciosamente que pudo, lo golpeó con la estatua en la cabeza, sobresaltado por la forma en la que el hombre cayó al suelo inconsciente.