Atrapada en las flores

.

-¿¡Por qué piensas que yo voy a querer escaparme contigo!?-Dijo el chico muy furioso. Miriam se levantó de su asiento y se acercó a el. Su mirada decía algo así como: ¿En serio estas haciendo tanto escándalo?. El chico de la desesperación solo miro al suelo ya con las lágrimas en los ojos y solo sollozaba.

-Te conozco muy bien Riuyín, te apena tanto sobre que dirán los demás y no querrás que se enteren sobre tu hija, mejor escapemos juntos y deja de hacer tanto lio- Miriam lo miraba seria por el comportamiento de Riuyín. Él se calmó y empezaron a idear un plan para escaparse juntos lejos de todos, aunque igual no le gustaba la idea de criar a una niña morena, era lo que le tocaba y tenía que acostumbrarse a eso.

Pasaron varias horas pensando en que país podían quedarse. ¿En América?, no, mejor no. No podían soportar más humillación quedándose en un país de salvajes, o así creían ellos. ¿En Asia?, tampoco, era un poco desconocido para ellos y no querían arriesgarse tanto y en África ni hablar. Ellos se encontraban en Inglaterra, Europa. Suecia era una buena opción, quizás podrían hacer una vida ahí con identificaciones falsas y con un nuevo cambio de imagen

-Entonces, hoy en la noche, no podemos esperar más tiempo Riu- Dijo la mujer amamantando a su bebé. Riuyín la miraba serio pero más tranquilo, quizás será mejor una vida lejos de la fama o de la riqueza. No, ¿en qué estaba pensando?, él ya estaba acostumbrado a una vida de lujos, será muy difícil para él acostumbrarse a su nueva identidad, pero tenía que hacerlo.

-Si, si así será. Déjame que contacto con unos amigos para ver sobre nuestras nuevas identificaciones.- Riuyín agarró un papel, una pluma y tinta de un escritorio y empezó a escribir una carta a sus amigos de confianza sobre que necesitan unas nuevas identificaciones pero no les dijo el porqué. Terminó de escribir rápido y metió la hoja dentro de un sobre y con una hermosa paloma blanca, mando la carta con sus respectivos destinatarios.