Nim y Anakin se conocieron en Tatooine cuando eran niños y ella se enamora inocentemente de él, mientras él sólo la ve como una amiga. Sin embargo, con el paso de los años, aquello se convierte en un apasionado y dulce romance, obstaculizado no solo...
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∗ Un Mal Comienzo para Anakin ∗
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Anakin observaba con admiración el imponente salón del palacio de Beaunement, con sus altos techos y columnas esculpidas en mármol blanco que reflejaban la luz de los grandes ventanales, iluminando la estancia con un suave resplandor. El mármol estaba delicadamente revestido con tonos rosados y salmón, creando un ambiente cálido y agradable que parecía casi irreal. Los detalles en oro que adornaban los capiteles y molduras capturaban la luz, proyectando un sutil destello que realzaba la magnificencia del lugar.
Ahora comprendía por qué Bar'leth era conocido como el "Planeta de Mármol". Ningún otro mundo en la galaxia podía presumir de construcciones tan espléndidas y únicas. Ni siquiera el Templo Jedi en Coruscant, con su arquitectura solemne y sus vastos espacios, podía compararse con la elegancia y tradición que irradiaba ese palacio. Cada rincón, cada detalle, hablaba de una historia antigua y rica, de una civilización que valoraba tanto la belleza como la durabilidad.
Anakin no pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro mientras recorría la estancia con la mirada. Sentía una mezcla de asombro y emoción al saber que, al menos por un tiempo, ese sería su hogar.
Obi-Wan, a diferencia de su aprendiz, no se detuvo a admirar la grandeza de la estancia. Su atención permanecía fija en la figura de la primera ministra, una mujer cuya presencia había logrado impresionar incluso al sabio y experimentado Maestro Qui-Gon Jinn en el pasado. Banu, con una elegancia innata, se acomodó en su asiento de manera tan sutil y precisa que Obi-Wan se preguntó si la perfección podía manifestarse en una persona.
El salón quedó en silencio mientras todos esperaban sus palabras. Banu proyectaba una autoridad innegable, una mezcla de serenidad y determinación que capturaba la atención de todos los presentes. Finalmente, rompió el silencio, su voz resonando con un tono sereno pero firme.
—Creo que ya deben conocer el contexto de su misión —comenzó, sus ojos moviéndose lentamente entre los caballeros Jedi y los demás presentes.
Obi-Wan, con su compostura habitual, se inclinó ligeramente hacia adelante, mostrando un interés genuino y atento en las palabras de la primera ministra. Quería captar cada matiz, cada detalle que pudiera ayudarles en la peligrosa misión que se avecinaba.
—Sí, recibimos la información cuando nos asignaron la encomienda —dijo Obi-Wan, con un tono de respeto—. Pero quisiera que pueda ponernos al corriente o darnos detalles que desconozcamos.
Banu asintió, con la mirada fija en los Jedi.
—Aguijón de Serpiente es una banda criminal —empezó, sus palabras impregnadas de un peso sombrío—. Se forjaron a partir de los antiguos aliados de Fergern que lograron escapar tras la caída de su régimen. Hasta ahora, han sido más que meros alborotadores, pero se han convertido en una amenaza constante, ejecutando actos terroristas que buscan desestabilizar nuestro gobierno y sembrar el miedo entre la población.
