𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐

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∗La vida de un esclavo∗

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Banu no podía sentirse más orgullosa de su hija. Al salir de la tienda del toydariano, lo primero que Nim le dijo era cuanto le molestaba la situación de Anakin, y que le parecía indignante que aun existiera esclavitud en la galaxia, siendo que la República la tenía completamente prohibida. Bien podría haberle explicado que había sistemas en los que el Senado no tenía permitido intervenir, y que no había nada que se pudiese hacer. Sin embargo, Banu Altinak no era simpatizante de la República.

Para ella, esa unión federal disque "democrática" no era más que un grupo de corruptos y pomposos senadores que fingían preocuparse por el bienestar de sus pueblos, cuando en realidad, la mayoría sólo sacaba provecho de su posición para volverse ricos y estafar a sus respectivos planetas. 

Por supuesto que no todos eran así, personas como Mon Mohtma, Onaconda Farr y Bail Organa, todavía tenían su absoluto respeto y confianza. Pero no bastaba con unos cuantos senadores honestos para asegurar que la República todavía funcionaba.

Y estaba decidida a involucrarse en esto.

Y no sólo a ese niño, también a cualquiera que también deseé su libertad, pensó la viuda Altinak, mientras miraba con orgullo a su hija. 

Nim le sonrió con dulzura, pero su expresión cambió a una de sorpresa y alegría cuando alcanzó a ver algo o a alguien.

 — ¡Mira, mamá! ¡Es él! —señaló emocionada, antes de correr hacia donde estaba dicha persona.

Lo primero que te digo que no hagas, es lo primero que haces, pensó su madre, intentando ver hacia donde ser dirigía Nim.  

Qui-Gon y Padmé se dieron cuenta al instante, y no tardaron en ir detrás de la pequeña Altinak.

— ¡¿Qué estás haciendo, Nim?! —Le gritó Padmé preocupada. —Sabes que no podemos separarnos. 

Sin embargo, Nim ni siquiera sin inmutó en mirarlos, sólo quería llegar hacia a Anakin, a quien había divisado entre la multitud.

— ¡Anakin! —Exclamó tan fuerte que algunos de los lugareños la miraron con extrañeza, pero eso no le importaba, con tal de llamar la atención del niño.

El mencionado levantó la vista, extrañado de que alguien lo llamara, pero sonrió al ver que se trataba de la niña que había conocido hace poco.

— ¡Hola! —la saludó con el mismo entusiasmo, le halagaba que se acordaran de él.

—Saliste muy rápido de la tienda, pensé que no te vería tan pronto —dijo Nim tomando aire.

—Watto me dijo que después de que limpiara las repisas, podía irme a casa. 

𝐌𝐞𝐭𝐚𝐧𝐨𝐢𝐚 ||𝐀𝐧𝐚𝐤𝐢𝐧 𝐒𝐤𝐲𝐰𝐚𝐥𝐤𝐞𝐫||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora