Capítulo 3

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—¿Por qué no quisiste venir ayer?—preguntó Ailén, sentada en la silla. Mara estaba detrás de ella.

Se encontraban en ese momento en el salón de clases, las cualidades todavía no comenzaban. Era temprano. Mara le estaba haciendo dos trenzas como las que ella traía el día anterior. Ese día no las traía, simplemente se había echo una cola alta.

Pensó un momento la respuesta que quería dar a esa pregunta. Pues, no quería que se sintieran rechazados por ella. Porque sí, todos les parecían chicos simpáticos y agradables. Pero Mara sentía que no estaba del todo preparada para el mundo. Era difícil confiar en la gente. Además, ellos no sabían de su situación... Y aunque lo supieran no le gustaría que ellos tuvieran que limitarse a sus condiciones.

—Es que… el primer día de escuela me agota mucho. Y no sé por qué...—inventó, aunque en parte era cierto.

Pero no es el motivo verdadero.

Ailén rió, divertida.

—Te entiendo. Volver a la escuela puede ser muy agotador. Sobre todo en un lugar nuevo y completamente diferente, ¿no?

—Si.

Eso lo sabía muy bien.

—¿Vas a venir en otra ocasión?

—Depende…de las circunstancias que se den. Y si estoy disponible también.

—¿Cómo que las circunstancias?—preguntó divertida.

—Bueno… Hay cosas que los adolescentes hacen normalmente que a mí…no me gustan, ciertamente.

—Ahhh. ¿Y qué cosas te gusta hacer?

Mara volvió a sumergirse en sus pensamientos, a la vez sin detener el movimiento de sus manos. Habían muchas cosas que le gustaban, pero usualmente las hacía individualmente. Cómo cuando practicaba maquillaje nuevo que vio en algún tutorial en internet.

Así que no sabía bien que responder.

—Cosas…tranquilas.

—Cosas tranquilas. Cómo a Valentino. A él no le gustan las cosas que involucran mucho ruido o mucha gente. Le hacen doler la cabeza. Sobre todo la gente.—volvió a reír.—Supongo que tendremos que hacer más cosas tranquilas para complacerlos a ambos.

—¿Harían eso por mí?—preguntó un poco conmovida.

—Claro, reina. Los verdaderos amigos piensan en sus amigos. Si tienes alguna buena sugerencia, pues nos lo dices y ya.

Mara sonrió, contenta. A penas la conocían y ya la consideraban su amiga. Eso se sintió bonito en su pecho. Y le motivó a querer salir con ellos.

Pero debería buscar sugerencias en internet, seguramente algo interesante encontraría. O podría preguntar a su hermana también.

Terminó de hacer las trenzas y Ailén se giró con una gran sonrisa adornando su rostro.

—¡Muchas gracias! Y por cierto, ¿te gustaría unirte a nuestro grupo apartado de la clase en WhatsApp? Somos poquitos y no molestamos mucho.

—¿En serio?¿Quienes están?

—Santiago, Valentino, Cristian, Lara y yo. Solo nosotros.

—Oh…bueno, me parece bien.

—¡Muy bien! Ahora mismo te agrego. Saqué tu número del grupo, por si te lo preguntas.

Justamente es lo que le iba a preguntar.

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⏰ Última actualización: 3 hours ago ⏰

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