Capitulo 1

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Afuera el día estaba soleado, ni una nube cubría el cielo. Aún hacía mucho calor a pesar de que los días de verano ya estaban acabando, pero a esas horas de la mañana no se sentía tanto.

Se apartó de la ventana y caminó hasta la silla frente a su tocador. Tomó el cepillo y comenzó a peinarse el cabello cobrizo y largo.

Había terminado de cepillarlo cuando escuchó que tocaban a la puerta de su habitación. Obviamente se trataba de su madre.

Clara, su hermana mayor, no estaba en casa. Siempre se iba a la universidad muy temprano.

-Cielito, ¿ya estás lista?-preguntó la mujer del otro lado de la puerta.-Ya está listo el desayuno.

-Ya voy.-habló dejando el peine frente al espejo.-Dame un minuto.

-Te espero abajo.

Se tomó el tiempo y la paciencia para trenzarse el cabello. Luego se quedó mirando su reflejo en el espejo. Estaba simple. Dos trencitas francesas que ahora caían a sus costados. Sin maquillaje, porque no quería llamar la atención el primer día.

Ya traía el uniforme puesto. Una falda de esas tableadas muy típicas, camiseta blanca lisa y la chaqueta con el logotipo de la escuela. Aunque hacía mucho calor para usarla, debía hacerlo de todos modos.

Tal vez podría quitársela durante las clases.

Solo debía colocarse los zapatos y ya estuvo lista.

Bajó a la cocina con la mochila colgando de un hombro. Su madre esperaba sentada y con el desayuno servido. Mara se sentó en su sitio de siempre y no tardó en comenzar a comer.

-¿Cómo estás hoy?¿Emocionada?¿Ansiosa?-cuestionó Alba, su madre.

Mara se detuvo a canalizar sus propias emociones de ese momento. Lo pensó un momento mientras masticaba la fruta en su boca.

-Creo que me siento...indiferente.-respondo al final.

-¿Indiferente?-preguntó haciendo una mueca curiosa.-¿Puedo saber por qué?

Volvió a pensarlo nuevamente.

-No espero nada especial. Supongo que da igual lo que pase.

-Estoy segura de que está escuela es diferente.-dijo, al parecer de buen humor. Se escuchaba muy optimista.- Me encargué de investigar cada detalle de ella. Al parecer es un ambiente tranquilo. Oí que muchos estudiantes quieren conseguir un lugar ahí, por él prestigio. Y por suerte, tu genia madre te consiguió uno.-sonrió victoriosa.

Mara observó un momento a su madre, estaba sonriendo. Lo cuál era raro, porque siempre estaba preocupada y ansiosa cuando comenzaba en una nueva escuela y eso era entendible. Tal vez tenía razón y esa escuela sí era diferente.

Ojalá.

-Mamá, de todas formas...-la miró y ella cambió su semblante a uno...¿preocupado? Quizás estaba empleado un tono demasiado serio, pero era necesario.-¿Podemos mantener mi condición en secreto está vez?¿Cómo algo confidencial?

-Mara, pero...¿y eso por qué?-cuestionó frunciendo ligeramente el ceño.-Ellos deben aceptarte tal cuál eres, si pasa algo, si alguien te molesta por eso no dudes en decírmelo a mi o a cualquier profesor...

-No es eso. Simplemente... me gustaría pasar desapercibido está vez. La gente es curiosa y cuando se enteran de que soy autista no paran de hacerme preguntas raras o incluso "chistes" sobre lo que me pasa. Y no necesito atención. Quiero evitar eso.-explicó sin dejar de mirar su plato.-Claro que la directora y los profesores lo tienen que saber, pero no necesitan comunicárselo a toda la clase. Y si necesitan saber algo sobre mi pueden preguntarme en privado.

Luna de Plutón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora