Capitulo 20

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― Mira ― la interrumpí ― por favor no me menciones a ese tipo, por favor te lo pido. ¿Te gustaría que hable de Marea...?

― Está bien ― concluyó Katie a toda velocidad ― En fin no vas a creerlo, pero ¡los detectives confiscaron el macetero porque dijeron que la señora McCraken cultivaba marihuana allí dentro!

Caramba, jamás volveré a pedir turno con el dentista durante las horas de clase.

― ¿Era cierto? ― pregunté por fin ― ¿De veras cultivaba droga?

Traté de recordar si alguna vez había visto a la señora McCracken regar el macetero o algo por el estilo. Quizás me llamaran como testigo.

― Bueno, supongo que sí, porque se fueron con el macetero ― dijo Katie.

― ¿Dónde está la señora McCracken ahora? ― pregunté ― ¿La arrestaron o qué?

― No ― dijo Katie, pesarosa ― Si bien todos pensaron que iban a hacerlo. Cuando la hicieron salir del aula, ella clamaba que era inocente.

Oí la voz de mamá que me llamaba para ir a cenar.

― Tengo que cortar. Estamos por comer y quiero hablarle a papá de esto.

― Esta bien, pero luego llámame y cuéntame todo lo que diga tu papá acerca de la señora McCracken ― pidió Katie ― Y si el teléfono te da ocupado, será mi madre hablando con mi abuela sobre absolutamente nada, de modo que llama a la operadora para pedir una interrupción de urgencia.

― De acuerdo ― dije y colgamos.

― ¡Papá! ― grité.

― ¿Qué?

― ¿Dónde estás?

― ¡En la sala!

Fui a la sala y me paré cerca de él, que estaba reclinado en su mecedora.

― Papá, ¿Cómo pudiste olvidarte de decirme que la señora McCraken había sido arrestada por cultivar marihuana en el macetero de la ventana?

Antes de que pudiera responder, sonó el timbre.

― Voy yo ― dije y le dediqué una mirada cargada de significados ― Después quiero que me cuentes toda la historia.

Él suspiro.

― ¡La cena está lista! ― volvió a anunciar mamá desde la cocina. Abrí la puerta de calle. Dos hombres en traje de civil estaban de pie en el porche. Ya había oscurecido, y el viento comenzaba a despeinarles el pelo cortado casi al ras.


― Hola ― dije.

― Hola ― contestó uno de ellos ― Estamos buscando a Martin Merrill.

Me crucé de brazos. Puedo reconocer a un detective apenas lo veo.

― ¿Puedo ver su placa o distintivo o como se llame? ― pregunté.

El hombre sonrió y mostró rápidamente su credencial. Me hice a un lado para permitirles el paso.

― Oh, caramba ― dijo mamá al salir de la cocina. Se veía bastante confusa. ― Estábamos a punto de sentarnos a comer y no me gusta demorarme porque la nena se pone muy molesta... ¿Quieren acompañarnos?

Siempre invita a la gente a cenar, incluso sin tener la más minima idea de quienes son. Desafío a un ladrón a que entre en nuestra casa por la fuerza y salga sin obtener una invitación a cenar por parte de mi madre.

Los detectives se miraron.

― En realidad, necesitábamos hablar unos minutos con el señor Merrill para aclarar algo ― dijo uno de ellos.

― Bueno, ¿pero no tienen apetito? ― argumentó mamá ― En algún momento tienen que comer. ¿No?

― ¿Cuál es el menú? ― dijo el detective nº 2 con ojos brillantes ― Hay muy buen olor.

― Carne asada ― dijo mi madre con una sonrisa alentadora dirigida a él ― Con papas y arvejas.

― ¿Y salsa? ― preguntó el hombre.

Mamá asintió.

― Por supuesto ― dijo ― Jamás serviría carne asada sin salsa.

― Eso me suena muy bien ― dijo el detective. Nos dijo que su nombre era Marcus y que su compañero era el detective Kaminsky


Luego agregó que debía lavarse las manos, y mientras Liz le mostraba el camino, el detective Kaminsky ayudó a Annie a poner dos cubiertos más en la mesa. Nos sentamos a comer.

― Entonces ― dije con tono casual ― ¿la señora McCracken va a estar en el colegio mañana?

― Oh, sí ― repuso el detective Marcus ― Ni siquiera la llevamos a comisaría.

― ¿De veras? ― preguntó mamá ― Parece que las madres de los compañeros de juego de Debbie se enteraron de una versión muy distinta.

Dijeron que la habían arrastrado a la cárcel y demás.

― Hmmm ― dijo el detective Kaminsky. Estaba sentado entre Annie y Liz ― Nos limitamos a interrogarla en la oficina del colegio, confiscamos el macetero y lo llevamos al laboratorio para hacer un análisis.

― ¿Y qué encontraron? ― preguntó papá.

Adorable Rebelde ; Nick Jonas Y Tu . (Adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora