Era una tarde lluviosa en el colegio, y Asiye se había quedado hasta tarde para terminar un proyecto. Los pasillos estaban desiertos, y el eco de sus pasos resonaba mientras caminaba hacia la salida. No sospechaba que alguien la estaba siguiendo con intenciones oscuras.
Harika, llena de celos y resentimiento hacia Asiye por su relación con Doruk y por ser siempre el centro de atención, había estado planeando su venganza. En su mente, eliminar a Asiye era la única manera de recuperar lo que sentía que le pertenecía.
Asiye llegó a su casillero para recoger sus cosas y sintió una presencia detrás de ella. Giró la cabeza y vio a Harika con una expresión furiosa y una navaja en la mano.
"Harika, ¿qué estás haciendo?" preguntó Asiye, retrocediendo instintivamente.
"¡Esto es por todo lo que me has quitado!" gritó Harika, avanzando hacia ella con la navaja en alto.
Asiye, llena de miedo, trató de alejarse, pero Harika la acorraló contra los casilleros. En el último momento, justo cuando Harika estaba a punto de atacar, se escucharon pasos apresurados y una voz familiar.
"¡Harika, detente!" era Doruk, que había llegado justo a tiempo. Corrió hacia ellas y agarró el brazo de Harika, forzándola a soltar la navaja.
"¡Estás loca! ¿Qué te pasa?" gritó Doruk, empujando a Harika lejos de Asiye.
Harika, llena de rabia y frustración, comenzó a llorar. "¡Siempre es ella! ¡Todo el mundo la prefiere a ella! ¡Incluso tú!"
Doruk, todavía sosteniendo a Asiye, la miró con compasión pero firmeza. "Harika, necesitas ayuda. Esto no está bien."
Los profesores, alertados por el ruido, llegaron rápidamente y se llevaron a Harika. Asiye, temblando, se volvió hacia Doruk, que la abrazó con fuerza.
"Estás a salvo ahora," susurró Doruk, acariciando su cabello. "No dejaré que nadie te haga daño."
Asiye, con lágrimas en los ojos, se aferró a él. "Gracias, Doruk. No sé qué habría hecho si no hubieras llegado."
Doruk la miró a los ojos, con una mezcla de amor y preocupación. "No tienes que agradecerme. Siempre estaré aquí para protegerte."
Ese incidente dejó una marca profunda en Asiye, pero también reforzó su vínculo con Doruk. A partir de ese momento, supo que podía confiar en él con su vida. Aunque la amenaza de Harika estaba bajo control, el evento les enseñó a ambos a estar siempre alertas y a valorar aún más la seguridad y el amor que compartían