cortar por las líneas de vida ( zosan) omegaverse

Capítulo 33 : Enies Lobby II

Es vergonzoso ser un hombre jabonoso.

No está seguro de qué es peor: la situación en la que se encuentra atrapado o la vergüenza de estar en esa situación. ¿Cómo pudo haber dejado que esto sucediera? Esa horrible mujer lo había restregado con sus extraños poderes jabonosos, drenando su fuerza y ​​convirtiéndolo en esta... cosa.

Su energía está tan agotada que cuando intenta levantar la cabeza para contemplar sus horribles y suaves manitas, lo único que consigue es balancearla patéticamente sobre su cuello. Le rechina. No le gusta sentirse indefenso y, después de que hayan maltratado su cuerpo y lo hayan obligado a llegar a ese estado, se siente violado. Ahora también está solo. Chopper y Nami lo habían apoyado en un rincón como si fuera un juguete no deseado para poder salir corriendo y encargarse de los problemas con los que debería estar ayudando.

Bueno, tal vez se esté compadeciendo de sí mismo. Sólo un poco.

No sabe cómo salir de ese estado. Puede sentir el estruendo ocasional de algún ataque fuerte o explosión en otras partes de la torre, pero no puede hacer nada al respecto. Necesita recomponerse y ponerse de pie. ¡Dejó que Nami acabara con su oponente, por el amor de Dios! ¿Qué tan patético es eso? Solo está arrastrando a todo el equipo hacia abajo.

Ojalá una solución cayera del cielo.

Oye un rugido distante, como el de una bestia enorme. Se estremece al imaginar cuál podría ser el origen de ese sonido. Hay más gemidos y desmoronamientos en la torre, y fragmentos de mampostería rota caen al suelo a su alrededor. Maldita sea, tiene que moverse antes de que la torre se derrumbe sobre él.

Siente que algo grande cae. Lo oye. Su pánico aumenta mientras intenta mover sus extremidades débiles y resbaladizas de una vez. Sea lo que sea, se acerca rápidamente y ni siquiera puede levantar la cabeza para ver si va a caer sobre él o si se le va a acercar. Se oye un fuerte y violento estruendo cuando lo que sea que sea choca contra la piedra y...

Una enorme ola de agua lo empapa de la cabeza a los pies.

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Nunca ha habido un sonido más dulce que el clic de la llave número dos deslizándose en su lugar y liberando las esposas irrompibles que atan a Usopp al brazo derecho de Zoro.

Es fuerte y bueno con sus pies, pero incluso con todo su entrenamiento, arrastrando a otro hombre adulto en su brazo y contando con él para mantener la posición mientras su espada ponía a prueba los límites de su fuerza de voluntad. Usopp es una espada terrible. Balancea su brazo ahora liberado en un corte experimental, sonriendo. Ahora, con esto, con esto puede trabajar.

-Oh -dice la jirafa, riendo-, ¿así que finalmente te liberaron?

-Será mejor que dejéis de reíros y empecéis a arrepentiros -se burla Zoro. Desenvaina sus espadas y les dedica una sonrisa malvada y desafiante a los dos agentes del CP9 mientras el humo que los rodea se disipa-. ¡Nunca más tendréis una oportunidad como la que tuvisteis antes de matarme, Gobierno Mundial!

Los dos agentes del CP9 que se acercan le devuelven la sonrisa. "Hemos perdido mucho tiempo".

-Seguro que sí -se queja Nami detrás de él-. ¿Qué estaban haciendo ustedes dos idiotas todo este tiempo?

Zoro señala a Usopp. "Estaba haciendo cosas estúpidas". Mira fijamente al francotirador cuando se da cuenta de que dijo lo mismo mientras señalaba a Zoro.

"¡Ambos son estúpidos! ¡Dense prisa y traigan sus llaves! ¡Robin no tiene tiempo para esto!"

Bien. Robin. Zoro vuelve a centrar su atención en el gran tipo jirafa justo a tiempo para desviar su última patada tormentosa.