Yoongi es un joven brillante que, tras la repentina desaparición de su novio de preparatoria, decide enfocarse en sus estudios y trabajo. Decidido a ser padre sin depender de una pareja, opta por buscar un vientre en alquiler, convencido de que nunc...
No sabía como había llegado o que había pasado, pero se encontraba en el departamento de Park, besando su cuerpo y sintiendo sus manos sobre él.
Jimin lo levantó de las piernas para caminar hacia la habitación y lo dejó caer sobre la gran cama de sábanas blancas, quitó su ropa con total prisa, dejando ver su marcado cuerpo.
Yoongi lo miraba extasiado, Park ya no era un niño como lo dejó hace diez años. Su cuerpo estaba bastante desarrollado y el tiempo lo había tratado muy bien.
—¿Te hiciste un tatuaje? —preguntó con asombro al ver las pequeñas letras debajo de su pecho.
—¿Te gusta? Nadie lo ha visto, es para ti, solo para ti... —mencionó quitando la ropa del pelinegro y de igual forma admiró su cuerpo. Su pequeño Yoongi ya había crecido y le estaba encantando esta nueva versión, agachó su cabeza para besar su cuello y bajar por su abdomen.
—¿Por qué dices que solo es para mi?... Mmgh —gimió al sentir los enormes labios de Park sobre su línea V.
—porque soy solo tuyo —mencionaba con voz agitada, pues quitaba su pantalón y besaba su entrepiernas.
Todo parecía tan irreal, de un día para otro estaba en la misma cama que Park Jimin.
Yoongi sintió un gran sonrojo al darse cuenta de que estaba completamente desnudo frente a él. En otro momento hubiera sido algo maravilloso, pero estaba envuelto en exitación y el alcohol invadiendo su cabeza —Jimin ven aquí —el nombrado de inmediato se acercó y fue tomado de las mejillas para devorar sus labios de nueva cuenta. Los besos y las caricias subían de intensidad y la ropa estorbaba cada vez más.
—¿Me extrañabas mi amor?, ¿Extrañabas mis besos, mis caricias? —preguntó mientras rozaba su intimidad con la de Yoongi, haciéndolos gemir —porque yo te extrañé todo este tiempo.
—claro que si, porque soy tuyo, siempre lo he sido...
—¿Te conservaste para mi? —su pregunta la formuló con voz demandante que estaba enloqueciendo a Yoongi. Solo asintió con su labio mordido y suplicaba porque lo siguiera besando como lo había hecho.
Daban vueltas sobre la cama en completo disfrute. Jimin era tan bueno en lo que hacía que incluso, se arrepintió de haber esperado tanto tiempo para probarlo.
Separaron sus labios después de tantos besos llenos de pasión y sus respiraciones se encontraban agitadas.
—tu no eres real —dijo Yoongi lloriqueando con los ojos cerrados —tu no estas aquí, te fuiste hace años, esto es producto del alcohol...
—hey, estoy aquí —mordió sus labios causandole un quejido de dolor, quería provocarle dolor para que se diera cuenta de que todo estaba siendo real y no era parte de un sueño —estoy aquí y vine para quedarme —tomó sus manos para recorrer su propio cuerpo y decidió que era el momento de adentrarse en él.
Yoongi soltó un gran gemido y echó su cabeza hacia atrás —¿Me lo prometes? ¿Jamás nos vamos a volver a alejar?
—te lo prometo —susurró en su cuello para dar paso a pequeñas embestidas que los hacían tocar el placer. Su intensidad y velocidad fue aumentando cuando ambos lo necesitaban, haciéndolos llegar a su clímax dentro de la habitación que se había vuelto tan erótica en ese momento.
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