Yoongi es un joven brillante que, tras la repentina desaparición de su novio de preparatoria, decide enfocarse en sus estudios y trabajo. Decidido a ser padre sin depender de una pareja, opta por buscar un vientre en alquiler, convencido de que nunc...
—llegó de la nada, yo no sabía que estaba ahí y nuestra conversación fue tan extraña que al final terminamos en la cama ¿Puedes creerlo?
Llevaba como media hora contando su anécdota a su hermana, le parecía tan extraña la manera en la que se habían encontrado y la manera en la que había terminado.
—¿Hablaste con él? —llevaba el segundo cigarrillo del día y cada vez formaba más figuras con el humo.
—no... dejé el departamento antes de que despertara...
Chaeyoung lo miró con desagrado, no podía creer la actitud de su hermano —déjame ver si entendí... lo viste, te dijo cosas extrañas, tuvieron sexo, prometieron no separarse más y al final lo abandonaste con una pequeña nota ¿No te parece cruel?
—¡¿Cruel?! —arremedó ofendido y una risa sarcástica salió de sus labios —él me dejó hace años, además, no quiero darle el mal ejemplo a mi hijo de acostarse con alguien que lo lastimó demasiado...
—pero, ¿Si el darás el ejemplo de no cumplir una promesa?
Yoongi bajó su rostro con total desanimación y lo tapó con sus manos, estaba frustrado y se sentía sin salida —por supuesto que no...
—entonces ve y habla con él, sabes en dónde está su departamento. Nadie te dice que te ama después de diez años ¿No te da curiosidad saber porqué te dejó?
Era cierto, lo consumían las dudas sobre saber el porqué lo dejó si ambos se amaban demasiado y el día de ayer se lo habían demostrado, aunque fuera con palabras y actos sexuales.
Aceptó hablar con él, pero esto solo lo hacía para satisfacer su curiosidad.
Nada más...
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Al día siguiente, era el momento de ir al trabajo. Hablaría con Jimin, pero lo haría después, ahora necesitaba concentrarse en todo el trabajo que dejó pendiente al tener una fin de semana ocupado en engendrar a su bebé.
El día estaba tan extraño, pues amaneció con una cansancio extremo que no podía despertar totalmente, como si hubiera hecho demasiadas cosas en todo el fin de semana.
Se levantó de su cama y apenas si podía mantener los ojos abiertos. Aún así, se arregló para dirigirse a su trabajo para comenzar con los pendientes.
—jefe, el comprador lo está esperando en la sala de juntas... —dijo Seokjin acomodando sus lentes.
—¿Comprador?
Era verdad, había olvidado por completo que tenía que vender autos a una de las empresas de transporte de productos de limpieza más grande de Corea. Se trataba de un nuevo comprador y su oferta debería ser lo suficientemente llamativa para vender los autos necesarios, había estado hablando con aquellos empleados desde hace semanas y por fin, el era el día de estipular un contrato de venta.
